Son Banya es una caja de sorpresas. Recientemente la Guardia Civil ha descubierto zulos frente al poblado, en la zona de los molinos. De la investigación abierta se desprende que los pasadizos subterráneos, de hasta 8 metros de longitud y con ramificaciones, han sido utilizados para esconder perros de raza robados. Estos canes, posteriormente, fueron enfrentados a otros en sangrientas peleas clandestinas.
La Benemérita ha contabilizado hasta el momento tres túneles, pero no se descarta que hayan sido excavados muchos más. Están ubicados junto a casas abandonadas o molinos, y la boca de entrada aparece oculta entre la maleza, los escombros o tapada discretamente por una tabla. Los funcionarios de la Guardia Civil que han recorrido algunos de estos zulos encontraron excrementos de perro, cubos con agua, restos de comida, colchones y otros indicios inequívocos de presencia canina.