La rata fantasma

| Palma |

Si una rata ya es de por sí lo que es, bastante asquerosa, figúrense una rata fantasma. De rabo largo, pelado y translúcido. Sobrecogedora. ¿Más fantasmal que rata o más rata que fantasma? Qué más da, es igual. Estamos hablando de una rata sobrenatural, probablemente inmortal. O peor todavía, de millares de ratas inmateriales, muy hambrientas y agresivas, que la gente lleva tan campante en el bolsillo, en sus teléfonos móviles. Quizá debería haber dicho rata digital, que es como llaman ahora a las criaturas fantasmales de las pesadillas, que no estando en ningún sitio están en todas partes, y cuando menos lo esperas te saltan a la cara y te devoran los ojos y la nariz. Y luego el cerebro, claro, que regurgitan para alimentar a sus crías inteligentes y que vayan aprendiendo. Vaya si aprenden. Sí, debería haber escrito rata digital, pero rara vez hago lo que debo, y además, soy un maniático de las palabras precisas, las de toda la vida, y no de las engañosas novedades que las sustituyen. Fantasma es mucho más exacto, y si en lugar de IA dijésemos IF (Inteligencia Fantasmal), que es lo que es, entenderíamos mucho mejor de qué va. Fantasmas de la mente, monstruos etéreos, almas en pena. Sin contar la puesta en escena y el efecto estético, porque cómo vas a comparar una auténtica rata fantasma (de alcantarilla fantasmal) con una mera rata digital, sea lo que sea eso. Cuál es la que da más miedo, y con razón, porque las emociones siempre están en el sustantivo, no en el adjetivo. Y lo más aterrador de esta rata fantasma es que, siendo esencialmente una (la ya descrita que llevamos en el bolsillo), son a la vez millones. ¡Millones de ratas fantasmales, con dientes, con rabos! Excitadas, muy ansiosas por comunicarse. La reina de las ratas, la reina de todos los fantasmas. Hace años que numerosos intelectuales y analistas nos advierten de los peligros de esta rata quimérica, a la que se suelen atribuir también todos los problemas educativos (la están prohibiendo en las aulas), así como los trastornos adolescentes y hasta las patrañas y desgracias políticas. Críticas que aumentaron más cuando esta rata se volvió inteligente (IF). Y nada. No hay manera. Es inmortal.

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