Ya hemos hablado bastante en esta columna de lo mentirosos que son algunos políticos, pero poco se ha escrito de la jeta de algunos empresarios. Ellos, no es que se lo crean, es que están convencidos de que los demás somos idiotas de remate. En el top ten de esta semana está José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, la parte presuntamente corrompedora del trío maravillas que lideraba la tropa socialista.
José Manuel se ha quedo tan ancho diciendo que se cargaron al jefe de la empresa en Navarra, como medida ejemplar, pasándole el muerto a él por las mordidas. Me parto. Cree Entrecanales que nos vamos a tragar el sapo de que era un directivo suyo el que, a espaldas de la compañía, se dedicaba repartir dinero con los secretarios de organización del partido del presidente del Gobierno. Pero vamos a ver. ¿De quién era el dinero ese? ¿Del directivo o de la empresa? Nadie en su sano juicio va creer que un jefe, por muy jefe que sea, tenga margen para semejante marrón sin permiso de arriba.
¿Acaso Entrecanales piensa que nos chupamos el dedo pensando que el dinero era del directivo? Si así fuera, menudo tipo, eso sí que es compromiso con Acciona, yo lo nombrada directivo del año. Pero si fuera de la empresa… ¿Qué sentido tiene que se lo regalara a la troupe a escondidas de sus jefes? ¿Por qué no se lo quedaba para él? Qué cachondo, José Manuel.