El novelista, ensayista y poeta inglés Aldous Huxley (1894-1963) escribió: «Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro».
El saber cuesta menos que el obrar consecuentemente.
Lo ideal es poseer una buena inteligencia para saber más y una voluntad decidida para obrar consecuentemente.
Obrar sin saber es peligroso, porque la dirección a seguir no está clara, y saber sin obrar es insuficiente, porque las acciones debidas no se llevan a cabo. Seamos personas que sepan emplear adecuadamente inteligencia y voluntad.
Sin inteligencia carecemos de rumbo, y sin voluntad, la acción que debe realizarse queda por hacer.