El profesor Jordi Vidal Reynés no sé si es un ‘pájaro cuerdo', pero es ‘rara ave' del diverso y hasta del metaverso panorama cultural baleárico: se trata de uno de los pocos y contados buceadores que durante los últimos cuarenta años, a la chita callando y a su aire, ha ido enriquecido nuestro panorama cultural, ya con sus ensayos o sus columnas periodísticas o estudios de historia o programas televisivos-radiofónicos. Él combina bien la cultura universal (desde la música clásica, el jazz, las grandes ciudades culturales europeas o los literatos importantes o muy solapados) con los ensayos breves en materia más cercana en los que recoge desde sus observaciones callejeras hasta sesudos artículos de investigación muchas veces llenos de ironía, como uno famoso dedicado al cerdo, sin duda, a mi juicio, el mejor amigo del hombre, porque como dijo Gregorio Marañón «ha salvado más vidas que la penicilina». Por otra parte, Jordi Vidal, tiene varios libros sobre arte y arquitectura mallorquina y ha coordinado números de la revista Estudis Baleàrics como el que dedicó al muy culto y querido catedrático del Institut Ramon Llull, Josep Font i Trías. Es poseedor de una biblioteca extraña porque en ella ha ido recogiendo libros de aluvión y de muy distinto extracto y procedencia que vienen a mostrar los temas variopintos que son objeto de su curiosidad e interés interminable. Es un excelente bibliófilo, sobre todo a la hora de buscar referencias perdidas de la Historia de Mallorca, siguiendo la estela de nuestro común amigo de la Biblioteca Española de Tánger, el añorado Jaume Bover Pujol, con quien tuvo nuestro protagonista de hoy, como lo tuve yo, una relación excelente.
Cultiva, Jordi, el dietarismo y la nostalgia familiar, explorando los recuerdos de los sesenta y setenta que actualmente nos parecen chocantes, pero, pienso yo, son mucho más dorados y cabales que los actuales. Ahora nos azuza con un nuevo libro El pájaro cuerdo que acaba de publicar la editorial Documenta Balear, con prólogo de Házael González, colaborador habitual de Ultima Hora y reconocido novelista de literatura fantástica. Agavilla, Jordi, en el mismo una treintena de escritos que ha ido acumulando en estos últimos años y que constituyen, al decir de Házael, los ensayos o reflexiones de un «paseante impenitente y cronista de matices que a los demás se nos escapan»: filatelia, notas históricas sobre la cría del cerdo, coleccionismo, rock, los Beatle, especialmente George Harrison o Pink Floyd; los libros de la infancia, sus veranos en Illetes e incluso engarza un estado de la cuestión sobre si hay vida en Marte o el paso del mismo Jordi por el Institut Ramon Llull o los programas de televisión cuando había menos telebasura o la Guerra de Ifni, el terremoto de Palestina o el musicólogo Baltasar Samper; nos cuenta también que le gusta releer libros (algo hoy muy extraño). Termina ‘El pájaro (menos) cuerdo' con algunos de sus poemas. Libro misceláneo en cuyos intríngulis vale la pena perderse porque está repleto de sugestiones y de apuntes de las inquietudes que han ido forjando la vida cultural de toda una época.