Es cierto que he conocido algún piloto que no ha tenido respeto por la máquina. Yo pienso que son ya una rara avis. Pero ahora compañías aéreas se frotan las manos de poder operar con un solo piloto confiando sólo en la máquina. Dejando solo a una persona al mando y eso asusta. No solo da temor, es un grave error.
Hoy estamos enfermos y acudimos a la máquina, o sea nuestro ordenador, vía Internet para saber lo que tenemos cuando de verdad deberíamos estar en manos de un doctor. Queremos que las máquinas dirijan nuestras vidas sin contar con la participación de otros seres humanos. La IA debe de estar al servicio de la humanidad no podemos dejar que nuestras vidas dependan de una máquina.
Yo estuve dirigiendo una línea aérea y tuve que dar de baja de volar a un piloto precisamente porque hacía tiempo le había perdido el respeto a la máquina que volaba y confiaba no sólo en sí mismo sino también en lo que la información que le daba la máquina era la correcta.
La tecnología es útil, como la extensión para los pilotos para alcanzar la perfección. La perfección se alcanza todos juntos sin excepciones y las nuevas tecnologías deben estar para servir al ser humano, no lo contrario. Los pilotos nos demuestran todos los días que rozan y alcanzan la perfección. Luchemos para que una máquina no deshumanice la humanidad. Como decía Einstein: «temo el día en el cual la tecnología sobrepase nuestra interacción humana. El mundo tendrá una generación de idiotas».