Antes de iniciar el análisis, deseo reivindicar la figura del mejor político y persona del siglo pasado. Honorable Jeroni Albertí. Elegante en las formas, empático, defensor de esta tierra y de dimensión humana estratosférica. Pérdida irreparable. Descanse en paz. Y pésame a la familia.
Este país no afronta ninguno de los elementos que conforman nuestro día a día. Sánchez nos ha abandonado para seguir en su apostolado de falsa izquierda y enfermo de poder. Repasemos. No cuadra que un país con una tasa de paro elevada tenga problemas de profesionales en la mayoría de sectores. No se entiende que la patética ministra de Sanidad se distraiga en memeces y deje sin solución los principales problemas sanitarios: listas de espera, atención primaria decadente y financiación en cifras que no alcanzan los mínimos para dar una asistencia digna. Que no defienda nuestros agricultores, que son los que nos dan de comer. Con la decrepitud de Europa y una España entretenida en amnistías e indultos irrelevantes para la mayoría de los españoles, mientras nuestros agricultores se cansan de burocracia europea y española, además de entrada de productos sin controles adecuados de países del tercer mundo. La injusticia de comunidades de primera y segunda. No se cumple la Constitución, que dice que todos los españoles tenemos los mismos derechos y obligaciones. La investigación que sonroja solo analizarla. Falta de médicos especialistas con un caudal de profesionales que emigra a otros países que pagan mejor y mejores ratios de asistencia. La explotación de los MIR con sueldos míseros trabajando ad integrum para la decadente asistencia pública. Docentes que superan las tasas de Bournot asqueados de burocracia, falta de apoyo legal y administrativo. Un Gobierno que acapara poderes que deben ser libres, como la Justicia, para su estrategia de poder. Maltrato permanente a los empresarios que generan trabajo y riqueza al país.
Manipulación permanente de toda la Administración. Como ejemplo en Baleares, la DGT, que manipula lo increíble para favorecer al partido que gobierna y poner palos en las ruedas de la autonomía. El VAO y las carreras furtivas y molestas para vecindario y ecosistema de la subida al Puig Major son ilustrativos. Inmigración descontrolada que destruye nuestra convivencia, con okupas, trabajo en negro, entre muchas otras. Una economía doméstica que apenas llega a fin de mes, con una subida de precios excesivos. Políticos que abandonan sus escaños al tratar el de tema de ELA, lo que demuestra una falta absoluta de empatía con los que sufren. Todo ello no encaja en una democracia sana y eficaz. Pero nos hemos convertido gracias a la muerte del pensamiento crítico, en espectadores la mayoría o directamente en corderos sumisos como los militantes del PSOE y la falsa izquierda progresista. Así vamos.