He ahí una frase breve y concisa del filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.), que resulta genial: «La verdadera felicidad consiste en hacer el bien».
El que hace el bien es feliz. El que ayuda a los demás experimenta la auténtica felicidad.
La genuina felicidad no es un mero sentimiento egoísta de bienestar, sino la alegría interior que experimentamos cuando nos desvivimos por los otros. Hacer el bien y la felicidad siempre van juntos.
El mal nos aleja de la felicidad, el bien, en cambio, nos acerca a ella.
Las personas de bien son las más felices, porque experimentan una paz extraordinaria en su corazón.
Hay gente que se complica mucho buscando la felicidad, y la cuestión es muy sencilla. En la frase de Aristóteles encontramos, sin duda, la mejor definición de felicidad. Esta es sinónimo de hacer el bien.