Una de las tareas culturales pendientes es inventariar y clasificar la ingente cantidad de fotos antiguas que aquí y acullá tiene Mallorca; porque muchas de esas imágenes de antaño muestran una Isla idílica que nos estamos cargando. El turismo no apareció en Mallorca de la noche a la mañana, hubo antes un lento trabajo de promoción que comenzó en España gracias al tesón de Benigno de la Vega Inclán (1858-1942) desde la Comisaría Regia de Turismo (1911-1928) y en el caso de Mallorca con la creación en 1905 de un organismo clave, el Fomento Turismo.
La Comisaría Regia de Turismo y de la Cultura Artística editó una colección de 120 postales (fototipias de 0,32 por 0,26 cm), hechas por la casa Hauser y Menet (dos fotógrafos suizos que tenían el negocio en la calle Travesía de la Ballesta, Madrid). Esta colección se titulaba ‘España artística, monumental y pintoresca' y su objetivo era, precisamente, promocionar el turismo y proteger nuestro patrimonio cultural. Estas instantáneas se vendían, en libro con tapa roja, o sueltas a tres pesetas por cada cinco: se almacenaban en Madrid, en la calle del Desengaño, y desde allí se mandaban a puntos de venta de Mallorca, Córdoba, Valencia, Santiago o Barcelona. Por otra parte, Hauser y Menet tenían desde 1890 la mejor imprenta española de fototipos.
Cinco de las postales de esta serie fueron de Mallorca y se conservan en el Museo del Romanticismo (calle San Mateo, Madrid). En las mismas aparecen el claustro de San Francisco y fachada de la misma iglesia, vista de Santa Catalina, molinos de Palma y el paseo del Born. Hauser, en septiembre de 1893, visitó Ibiza y Menorca para fotografiarlas y lógicamente se pasó por Mallorca: estuvo en Inca y desde allí se trasladó a la serra de Tramuntana para fotografiar el Gorg Blau y el Torrent de Pareis.
Hauser y Menet reutilizaban constantemente las imágenes de nuestro país que iban acumulando. Añadir que esta editorial, fundada en 1890, hizo mucho dinero publicando postales, siendo en ese género una de las más importantes de Europa. Considerada como la mejor casa española en fototipia, sus trabajos gráficos eran famosos por su nitidez. A modo de curiosidad, añadir que fotografiaron a finales del siglo XIX la famosa cimera del dragón alado que está en la Real Armería (Madrid) y que simbólicamente la fábula señala que llevaba puesta un supuesto Jaime I cuando entró en Madina Mayurqa; bien es verdad que por un documento exhumado por Quadrado sabemos (si es verdad) que Martín I el Humano donó su cimera, o heredada, a los jurados del Reino de Mallorca. Para terminar, añadir que muchas de las postales de variado tema que produjeron Hauser y Menet se vendían en la librería Tous que estaba en la plaza de Cort y donde se editaba y forjaba La Última Hora. Este artículo quiero dedicárselo a mi compadre, de tantísimos años, grandísimo amigo, don Leandro Garrido Álvarez, profesor de Historia y natural de Navalmoral de la Mata.