En estos días, mis pensamientos viajaron en el tiempo hasta la década de los noventa en Tánger, recordando una amistad fugaz con un vecino peculiar que vivía sus últimos días. En aquel entonces, Tánger tenía una atmósfera singular, y aunque mi amigo trascendía fronteras con su fama, en nuestra ciudad era uno más: Paul Bowles, autor de El Cielo Protector y otras fascinantes novelas. Recordé una de sus frases más célebres sobre el Sahara: «El lugar más bello del mundo, precisamente porque no hay nada. El cielo tiene luz, pero no es verdad, no está allí, sólo está la noche, siempre».
La política, como siempre, se entremezcla en el día a día de Tánger y más aún en tiempos electorales. El Sahara, como era de esperar, entra en el debate electoral y marcará la agenda del futuro gobierno, sea cual sea su color político. Las elecciones españolas del próximo domingo dejarán tres resultados posibles.
Si gana el bloque de izquierda, Pedro Sánchez podrá actualizar el marco de diálogo con el vecino del sur y avanzar en la agenda trazada en la última cumbre bilateral. No obstante, esta vez enfrentará un elemento nuevo con la presencia inevitable de Yolanda Díaz dentro del ejecutivo, lo que le pondrá en aprietos con el tema del Sahara.
Por otro lado, si gana el bloque de derechas, tendrán la obligación de mantener la postura adoptada por Pedro Sánchez, como sucedió con Biden respecto a la política de Trump, que no se arriesgó a dar marcha atrás. En este escenario, Núñez Feijóo contará con el asesoramiento de un gran defensor de los intereses argelinos, como es el caso de Alejandro Agag.
El tercer resultado posible sería un empate técnico, condenando las relaciones a mantenerse en un estado de pausa. Marruecos no apostaría por una silla vacía, pero por otro lado, Pedro Sánchez podría aprovechar esta situación para tomar pasos más contundentes en relación con el vecino del sur, sobre todo posicionando el tema de la inmigración en la agenda europea, aprovechando la presidencia de la Unión Europea.
Como decía el tangerino de Nueva York, Paul Bowles: «En el Sahara no hay nada»; pero lejos de allí, pasa de todo. Este domingo, el interés por el resultado electoral no solo atañe a Europa, sino también África. La incertidumbre del futuro político es una constante en la tierra de contrastes, donde el Sahara sigue siendo un enigma que despierta pasiones y mantiene a la comunidad internacional en vilo. Feliz aniversario Tanger.