Los articulistas solemos decir que nunca nos faltarán asuntos sobre los que poner el foco mientras existan políticos en España. Y es que son confit para el cotilleo. Los hay más serios, o que al menos intentan tomarse en serio su cometido, y los hay que deciden ejercer el papel de bufón para acaparar titulares y, sobre todo, fotos. Entre estos últimos tenemos a José Ramón Bauzá, hoy militante de Ciudadanos, metiéndose en el bolsillo a costa nuestra siete mil pavos mensuales como eurodiputado mientras dedica su energía a planear su siguiente salida del tiesto. Es divertido, no se puede negar, porque le pone sal a la aburrida vida parlamentaria. ¿O no? Esta semana nos ha deleitado con una felicitación con motivo del día de la Inmaculada Concepción. Vestido de militar –es reservista–, en cuclillas y luciendo peluco en un decorado que parece sacado de Memorias de África, felicita triplemente a los españoles por ser el día de la patrona del país, de la Infantería y de los farmacéuticos. Pero lo genial viene después, cuando anima «encarecidamente» a todos a alistarse en el Ejército. Una idea que tiene gracia viniendo de un señor que ha sido farmacéutico y ahora vive de la política, con un salario que a la mayoría nos resulta estratosférico. ¿Sabe José Ramón Bauzá cuánto cobra un soldado español? Una miseria. Durante el período de formación, 360 euros brutos al mes. Si lo supera, entonces ya pasa a cobrar 1.100 euros brutos al mes. Luego, claro, están los complementos. Pero incluso así, ¿habrá mucha gente dispuesta a animarse? Yo le animo a él a que intente sobrevivir unos meses con retribuciones de ese tipo y seguramente comprenderá muchísimo mejor no solo a los militares de a pie, sino a la inmensa mayoría de los españoles a los que dice representar.
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