Tengo la suerte de frecuentar y aprender del historiador y doctor ingeniero industrial don Alfonso Enseñat de Villalonga en su magnífica casa del centro de Madrid, repleta de muchos recuerdos porque don Alfonso tuvo y tiene una vida intensa y esa intensidad tiene uno de sus focos culturales en uno de los personajes más importantes y a la vez más enigmáticos de la Historia, nada menos que Cristóbal Colón. Sobre la vida del genial navegante hay toneladas de libros y artículos de investigación enarbolados por algunos de los historiadores más prestigiosos del mundo, pero la madeja que conduce a sus orígenes es muy enrevesada entre otras razones porque Colón nunca quiso aclarar su pasado y porque los investigadores no han sabido o podido seguir ese hilo de Ariadna que don Alfonso ha puesto ahora en papel tras arduas investigaciones de archivo sobre todo en Génova, más muchas elucubraciones y fina disección de ingeniero. El resultado de tantos merodeos por los siglos XV y XVI es un erudito e impresionante volumen en folio menor (30 cm) y 556 apretadas páginas titulado El nuevo Cristóbal Colón: genealogía completa desde sus antepasados escoceses que acaba de ser primorosamente editado por la prestigiosa editorial Dykinson.
El texto liminar del libro es del duque de Veragua, XX descendiente directo de Colón y el prólogo corre a cargo del periodista e historiador genovés Sandro Pellegrini, una de las autoridades máximas en el mundo colombino. El mismo don Alfonso nos dice que «pretende desembalsamar al Cristóbal Colón histórico, surgido del Archivio di Stato di Genova y de los manuscritos en gaélico del escocés lord David Hume of Godscroft». Resume la trayectoria del descubridor con estas sucintas palabras «sangre escocesa, cuna genovesa, pirata provenzal, corsario portugués, almirante mayor de Castilla». Tras analizar durante años unos 330.000 manuscritos y sus regestas, centrándose en el apellido Colonne, nuestro historiador ha llegado a la conclusión por la cual el futuro almirante descendía de una casata (clan) noble, originaria de Escocia y asentada posteriormente en la península Itálica en tiempos de Carlomagno. Según fuentes documentales dignas de crédito dicha casata (clan) se habría establecido en tierras ubicadas entre Gavi, Albenga y Oneglia de Savona para pasar a Piacenza en 1122 y de ahí a la ciudad de Génova en el siglo XIII, ostentando siempre el distintivo de marca o nobleza. Es imposible en unas pocas líneas poner sobre la mesa la tremenda riqueza de este enorme estudio.
Don Alfonso, que en 2017 recibió el premio nacional Virgen del Carmen otorgado por el Instituto de Historia y Cultura Naval, está muy ligado a Mallorca, es de ascendencia mallorquina y pronto publicará dos libros, uno sobre la genealogía tan mallorquina de la familia Villalonga y otro sobre la historia del que fue el barrio y la casa se su madre, Can Bordils. De las indagaciones de don Alfonso dijo el gran americanista Hernández Sánchez Barba, a quien tuve el placer de conocer, que este Colón descubierto por nuestro protagonista de hoy es «el verdadero y auténtico descubridor del Nuevo Mundo».