El poeta holandés expresionista-vitalista Hendrik Marsman (1899-1940) es uno de los grandes escritores que pasaron por Mallorca. Su padre era librero y su madre maestra. Su familia al completo pertenecía a la iglesia reformada neerlandesa; eran calvinistas. Tanto ese ascetismo como las enfermedades que siempre tuvo, condicionaron su vida y su espléndida poesía. A principios de 1934 estuvo, con su mujer, Rien, en Mallorca e Ibiza, llegaron en barco a Palma desde Valencia: «La tormenta nos alcanzó / y nuestras ansias de Mallorca / hay que arriar todas las velas ahora / en el muelle de Ibiza / atrapado en un frío gris». Y termina Marsman así el poema: «Superado por las tormentas / como un pájaro bajo la lluvia, / a medio camino de Valencia a Palma». Son, aquellos, tiempos de intrigas previos a la Guerra Civil y a los primeros años con los nazis ya en el poder y con muchos intelectuales haciendo las maletas para largarse de Centroeuropa.
En Mallorca, Marsman, conoció al novelista Vigoleis Thelen, ambos en un primer momento hicieron buenas migas hasta el punto que tres o cuatro años después traducirían juntos dos obras del poeta portugués Teixeira de Pascoaes. Thelen y Marsman tuvieron una relación fuerte y un amigo común, Helmut Salden (1910-1996), un extraordinario diseñador holandés de la Bauhaus que fue un genio a la hora de crear portadas de revistas y libros. Thelen coincidió con Salden en Mallorca, en Valldemossa, y Marsman estuvo con Salden en nuestra Isla y luego en Suiza. Posteriormente colaborarían ambos en proyectos de diseño y poesía. Salden tuvo que salir por piernas de Mallorca acusado de liberal y pudo huir a Suiza (1938) donde ya lo esperaba su amigo Marsman. De la estancia de Marsman en Balears nos han quedado dos poemas, Tormenta en Ibiza y Mallorca. El dedicado a la Isla de la Calma fue estupendamente traducido por el también poeta M. Negrón: «Mallorca / Oasis en medio del mar / campanadas africanas / bajo el azul de un sol abrasador los pueblos / con sus casas de corazón blanqueado / forman bloques grises y dispersos en los valles, / áridos y jadeantes en el calor seco. / Una cadena de montañas entre Andratx y Formentor - / casi por completo cubierta por árboles, encinas y olivos, / con los que juega el claroscuro de unas manchas rojizas. / más abajo aparecen de repente los bancales / que bajan en escalones abruptos por las cuestas / con el apoyo precario de viejas tapias. / Cereales, cipreses y naranjales, / las tiras plateadas de las pequeñas ensenadas, / donde el agua rizada asalta la quietud de los cabos / y bajo el verde milenario de las encinas / la madura terracota de la tierra espera. / campanadas africanas -/ oasis en medio del mar». Este poema fue publicado en 1940 por la editorial Querido de Ámsterdam en el poemario de Marsman titulado Verzamelde gedischten (poemas recopilados). La editorial Querido fue propiedad de Emanuel Querido, asesinado por los nazis en 1943. Marsman, Salden, Thelen: tres grandes intelectuales que dieron lustre a Mallorca.