Estamos viendo, una vez más, una atronadora campaña sobre la pederastia de los gobiernos contra la Iglesia católica en España, con la finalidad de deteriorar su institución. Según datos oficiales, los sacerdotes cometen un 0,2% de los abusos en España. El centro de esta peste es la propia familia y sus aledaños. Los padres de los menores son culpables del 23% de los casos; los compañeros de los niños (8,7%); los amigos (5,7%), tíos (5,4%) o amigos de la madre (5,4%). En el ámbito de las actividades extraescolares, los monitores también cometen más abusos que los que se registran en el entorno eclesiástico: 1% frente a 0,2%.
Hay que investigar todos los abusos y acabar con ellos, pero todos. Los actuales gobiernos de izquierda, una vez más, están haciendo una campaña para dañar a la Iglesia. ¿Por qué? Lo que están haciendo estos anticlericales (pensaba que ya no existían) es intentar dinamizar uno de los diques que les estorba en la posición del pensamiento único «regresista». Los gobiernos actuales solo hablan de este 0,2 % de la Iglesia católica, del resto de los menores abusados, 23% de los casos, los gobiernos ni se preocupan.