La semana pasada fue un tiempo de personas y terrenos por perder. Primero se fue el cantante y artista Franco Battiato, un hombre único que luchó tres años contra la terrible enfermedad del alzhéimer. Dejó una obra única, original y poética. Fue un italiano universal, creador de grandes melodías, con temas inolvidables como Centro de gravedad permanente .
También abandonó este mundo el fotógrafo de los artistas Tito López , buena persona y mejor amigo. No faltaba nunca a ningún acto cultural donde estuviera un pintor mallorquín, siempre con su eterna sonrisa y su mirada limpia. También fue mecenas de creadores, entre otros, del pintor argentino Baldovino , que no solo retrató a lo más selecto de nuestros pintores sino que también colaboró con nuestro diario y con el inefable periodista Pedro Prieto , padre de Carlos Prieto . Mi más sentido pésame a su familia y, en especial, a su esposa.
Muchos seres humanos, tanto judíos como palestinos, se fueron en esta interminable guerra en Gaza, Cisjordania e Israel, en ciudades como Jerusalén o Tel Aviv; un conflicto que dio comienzo en la Gran Mezquita y su explanada. Israel ha sido bombardeada con centenares de misiles y ataques por aire.
Y luego otro terreno a punto de ser perdido: Ceuta y Melilla, por un conflicto entre Marruecos y España con un origen propiciado por Pablo Iglesias , que ha defendido al Frente Polisario. Y como toda la izquierda progre, también ha defendido al pueblo palestino. Y todo, por el odio de los comunistas hacia los EEUU. Mientras, sangre, sudor y lágrimas por cuestiones religiosas y políticas. Mal vamos.