De un tiempo a esta parte, en un tramo de la calle Manacor de Palma, cerca de las Avenidas, se ha instalado un grupo de mujeres que se prostituyen porque, según cuentan ellas mismas, no tienen otra forma de ganarse la vida. El drama de la prostitución en la capital no es nuevo y siempre ha habido prostitución callejera, bien fuera en las inmediaciones del hipódromo de Son Pardo, en la Porta de Sant Antoni o en las Avenidas. Además, hay pisos y locales donde se ejerce la actividad. Ahora, la aparición de estas mujeres en la calle Manacor ha provocado cierto recelo y rechazo por parte de los vecinos, que no quieren que su barriada se deteriore más de lo que está. En este sentido, no hay que olvidar que la zona del parque Wifi, frente a la Comandancia de la Guardia Civil de Palma, en la esquina con la calle Manuel Azaña, la inseguridad es acuciante y se han registrado peleas, agresiones, violaciones y robos con frecuencia. Es uno de los territorios más peligrosos de Palma por la noche, donde abundan bandas y malhechores. La Policía Local y la Policía Nacional patrullan continuamente la zona, pero no es suficiente. Y la Benemérita no pude actuar porque su cometido es la Part Forana, no la ciudad.
Inmigrantes sin papeles. En la actualidad, la mayoría de estas personas que ofrecen servicios sexuales en la calle Manacor son inmigrantes sin papeles que han llegado de forma irregular a la Isla, aunque también hay otras extranjeras que son legales pero no han encontrado trabajo y se ven abocadas a salir a la calle por las noches.
La inseguridad. El drama de la prostitución acarrea para estas mujeres, además, graves problemas de seguridad. En ocasiones, algunos de los clientes se ponen violentos y llegan a agredirlas. Muchas no denuncian porque su situación legal es comprometida y no quieren más problemas con las autoridades.