La presidenta Marga Prohens retiró el proyecto de ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2025 «ante la evidencia de que en estos momentos no se dan las condiciones para su aprobación». El motivo de esta decisión política, de gran calado y que marca un nuevo rumbo en esta legislatura, es la ruptura del pacto PP-Vox, tras la negativa de los populares de aceptar las exigencias del partido de Abascal.
Después, y gracias al acuerdo del PP con la izquierda, el Parlament rechazó la propuesta de Vox para derogar la Ley de Memoria Democrática, aprobó el decreto que impide construir en zonas inundables y corrigió las enmiendas que votaron a favor los diputados del PP. Un nuevo escenario donde la ultraderecha paga sus bandazos, peticiones desmedidas y deslealtades, y pasa a desempeñar un papel secundario.
Prohens manifiesta la «firme voluntad de tramitar y aprobar unos nuevos presupuestos tan pronto como se den las condiciones adecuadas» y el portavoz parlamentario del PP, Sebastià Sagreras, anuncia que negociará con todos los grupos políticos para sumar una mayoría suficiente que permita aprobarlos en febrero.
Grandes acuerdos institucionales
En este contexto, Comisiones Obreras insta al Govern y la oposición a pactar las cuentas autonómicas de 2025 «para avanzar en la solución a los problemas estructurales de las Islas». No será fácil, pero los ciudadanos rechazan la crispación que se ha instalado en la política y reclaman grandes acuerdos institucionales.
Interés general y paz social
Prohens está gobernando en minoría, a partir del 1 de enero con unos presupuestos prorrogados. Sabe que Vox no es un socio fiable y, por tanto, una vez aislada la formación de Abascal en el Parlament, el Partido Popular de Balears debe explorar todas las opciones para alcanzar acuerdos con el objetivo común del interés general y la paz social en las Islas.