La comisión de expertos que asesora al Gobierno recomendó ayer una subida de entre el 4,6 cien y el 8,2 por cien para el salario mínimo interprofesional (SMI) en 2023. De aplicarse, se situaría entre 1.046 euros y 1.082 euros, lo que amortiguaría el impacto de la inflación. Mañana, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se reunirá con los sindicatos y empresarios para negociar el incremento del SMI. Díaz aludió a la propuesta de los expertos, que toman como referencia el salario medio de 2020, que fue de 1.856 euros. Implica una subida de entre el 4,6 por cien (46 euros) y el 8,2 por ciento (82 euros) hasta los 1.082 euros brutos en 14 pagas, frente a los 1.000 euros actuales a jornada completa. La decisión final, que aprobará el Gobierno, tendrá en cuenta la inflación, la productividad, la participación de las rentas salariales y la coyuntura económica. Ante la incertidumbre sobre la evolución de la economía, el Gobierno no descarta revisar la subida cuando hayan transcurrido seis meses.
Indicador y referente.
La cuantía del salario mínimo interprofesional de 2023 se fijará en un escenario de empeoramiento de la desigualdad social, encarecimiento de la cesta de la compra e incremento de todos los gastos que soportan las economías domésticas: electricidad, gas, alquileres e hipotecas. Es una decisión de gran trascendencia porque el SMI afecta al sueldo de dos millones de asalariados en España y se utiliza como indicador para la negociación colectiva y referente en prestaciones sociales y otros cómputos.
Costes laborales, empleo y precios.
En estos últimos cuatro años, el SMI ha aumentado un 33 por cien, lo que supone 308 euros más al mes. Mientras los empresarios rechazan aumento de los costes laborales, la OCDE aconseja que el SMI mantenga relación con el IPC y subraya que las anteriores subidas no han dañado el empleo ni influido en los precios. Llega el momento de aproximar las posiciones.