La perseverancia del concejal de Educació i Memòria Històrica del Ajuntament de Palma, Llorenç Carrió, ha hecho posible el regreso, aunque sea de manera temporal, de una de las llaves del Regne de Mallorca que hace 500 años se tallaron para entregársela al entonces emperador Carlos V; gesto que pretendía cerrar el levantamiento de los agermanats. Se trata, por tanto, de la vuelta de una de las piezas –la otra no ha podido ser localizada– con mayor valor histórico y sentimental de la Isla que Cort tiene previsto exponer al público tras el acuerdo alcanzado con su actual propietario, un joyero estadounidense radicado en Dallas.
Análisis técnico.
La pieza fue sometida este miércoles a las pruebas radiológicas más avanzadas en la Clínica Rotger, las cuales se complementarán con otras a cargo de peritos e historiadores en un proceso previo antes de su exposición pública. Cabe recordar que las llaves del Regne de Mallorca han sufrido un largo periplo con numerosos períodos sin que se tuviesen noticias de ellas, aunque ha sido en los últimos años cuando el Ajuntament palmesano ha decidido iniciar una operación de rescate que ha dado sus frutos. Todo ello más allá del incalculable valor artístico de lo que debe considerarse también como una auténtica joya de orfebrería.
Un precedente.
En las actuales circunstancias resulta obligado referirse a otros elementos históricos de Mallorca que se encuentran fuera de la Isla y cuya reivindicación para su regreso está más que justificado, empezando por los bous de Costitx o la espada y cimera del rey En Jaume; en ambos casos formando parte de exposiciones permanentes en museo públicos del Estado. Las instituciones de Balears no pueden dejar pasar la oportunidad de que esa llave del Regne de Mallorca –comprobada su autenticidad– sea adquirida y quede de manera definitiva en la Isla como testimonio de nuestro pasado.