La presidenta del Govern, Francina Armengol, quiso aprovechar el tradicional mensaje de Fin de Año para lanzar una invitación al optimismo de cara al 2022 que empieza mañana. En su opinión, el ejercicio que está a punto de estrenarse será el de la recuperación de la ansiada normalidad, el momento en el que podrá darse por superada la crisis de la pandemia y cuando Balears iniciará la senda de la recuperación definitiva. Hay, efectivamente, razones para entender que se está ante un inminente cambio de ciclo, por confusa y preocupante que sea en estos momentos la expansión del virus.
El éxito de la vacunación
El engranaje de la vacunación ha sido en Balears un éxito gracias, en buena medida, a la labor de las instituciones implicadas –estatales y autonómicas–, pero también al personal sanitario. Este dispositivo ha permitido disponer de una tasa de vacunación contra la COVID lo suficientemente amplia para que esta última ola de contagios, la sexta, logre evitar el colapso del sistema hospitalario a pesar del enorme número de personas afectadas. Y es que este 2021 que ya acaba ha sido el año de la ciencia y de la vacunación. Es un hito que se recordará durante generaciones.
Aprovechar la experiencia
La intervención de Armengol se apoya en un argumento que defienden numerosos expertos: el aprovechamiento de esta coyuntura adversa en un punto de inflexión social y económica. Es el punto de partida para abordar los cambios que deben asumir las Islas para encarar las próximas décadas con garantías. La presidenta considera que es el momento de renovar y reforzar determinadas estructuras, en distintos planos, para superar los errores del pasado. En este punto, fue clara en su mensaje: apuesta por la innovación tecnológica para rebajar la dependencia del turismo e insistir en la lucha contra lacra machista. Son los nuevos retos para un año que ya asoma en el tiempo.