Se suele decir que hay que ir al fondo de los problemas, pero a veces éstos están en la superficie. Después de años creando robots para limpiar el suelo y las paredes de las piscinas, desde Aiper nos presentan un nuevo dispositivo que se centra exclusivamente en la superficie, Aiper Surfer S1, y os puedo asegurar que marca la diferencia. A problemas sencillos, soluciones sencillas.
Es evidente que, para una limpieza en profundidad, las piscinas requieren de aparatos capaces de atrapar todas esas pequeñas partículas que se acumulan en las paredes de la piscina y que pueden provocar que el agua esté sucia o se enturbie. Sin embargo, muchas veces nos encontramos que lo más molesto a la hora de bañarnos no es eso, sino las hojas que caen de los árboles, los pelos o los bichos que se acumulan en la superficie.
No es que sea especialmente complicado recogerlo con una red (en el caso de las piscinas particulares, como la que hemos utilizado para esta prueba), pero en días de viento acaba siendo una tarea tediosa que hace que el día de sol y baño se estropee. Si alguien tiene una piscina con pinos cerca, por ejemplo, sabe a lo que nos referimos. El 'skimmer' solar Aiper Surfer S1 se encarga de este cometido de forma autónoma, aprovechando la energía solar y dejando la piscina limpia de una forma constante, ya que cuenta con hasta 12 horas de autonomía.
Un panel solar y 12 horas de autonomía
El dispositivo tiene un panel solar en la parte superior y aprovecha la energía del sol mientras flota en el agua para cargarse continuamente. Además, desde Aiper han desarrollado un algoritmo, bautizado como 'Sunseeker', que garantiza que Surfer S1 encuentre suficiente luz solar para cargarse rápidamente cuando la batería está baja. Por si esto no fuese posible (por la noche o en días nublados) también ofrece la opción de carga convencional por cable.
El dispositivo cuenta con un motor sin escobillas y un diseño de rueda de paleta que garantiza una cobertura máxima y una limpieza perfecta. El espacio de 'succión' de la máquina es bastante grande y eso ayuda a ir recogiendo los objetos de la superficie con mayor rapidez, aprovechando al máximo cada pasada.
Asimismo, la canasta de residuos tiene una capacidad de hasta 5 litros, algo que nos ha parecido perfecto para no tener que vaciarlo durante períodos prolongados (puede estar prácticamente todo el fin de semana recogiendo la suciedad de la superficie sin que tengamos que hacer el vaciado). En cualquier caso, igual que en el resto de robots de Aiper, este proceso es de lo más sencillo: se saca la canasta, se vacía la suciedad y se le da con la manguera para dejarlo como nuevo.
Por otro lado, Aiper Surfer S1 cuenta con detectores ultrasónicos, que reconocen y evitan las paredes de la piscina y ayudan en la navegación. De esta forma, permite aumentar la cobertura de limpieza del filtro y proporciona, al mismo tiempo, una limpieza segura de esquina a esquina de la piscina. Además, tiene dos vigas de apoyo retráctiles en la parte inferior para evitar que el dispositivo trepe y se atasque en las escaleras mientras limpia la piscina.
Compatibilidad con la aplicación aiper
Como novedad, este robot cuenta también con compatibilidad con la aplicación móvil de Aiper, lo que resulta especialmente útil para proporcionar actualizaciones en tiempo real sobre la temperatura de la piscina, el historial de limpieza y el estado del dispositivo. También se puede controlar a distancia para limpiar una zona específica de la piscina, pero esta es una función a la que no le vemos mucho sentido en un dispositivo de estas características, que de por sí ya es muy sencillo de utilizar.
A modo de resumen, lo que podemos decir tras probar durante unas semanas el nuevo Aiper Surfer S1 es que es un dispositivo que no sabes que necesitas hasta que lo usas a diario. Y la única pega que se le puede poner es el precio: 429,99 euros en estos momentos en su web (aunque su precio de lanzamiento fue de 549,99 euros). Un lujo que no todo el mundo se puede permitir, pero que cumple a la perfección con todo lo que promete y ayuda a disfrutar -aún más- de esos días de piscina.