No hay una solución para la degradación de los procesadores Intel Core de las generaciones 13 y 14 afectados por un voltaje operativo elevado y por ello la compañía ha decidido ampliar el límite temporal de la garantía hasta los cinco años.
Los procesadores Intel Core de las generaciones 13 y 14 para escritorio llevan meses experimentando un voltaje operativo elevado que provoca inestabilidad. La compañía tecnológica anunció en julio un parche, pero parece no ser suficiente para resolver el problema inestabilidad que provoca en los equipos ya afectados.
Esto se debe a que los procesadores afectados por el fallo se han degradado y es algo irreversible, por ello el parche se encamina más a prevenir el fallo en los procesadores que aún no lo han experimentado que en solucionarlo, como adelantó el portal especializado Tom's Hardware.
En respuesta, Intel ha decidido ampliar la garantía de los procesadores Intel Core de las generaciones 13 y 14 para escritorio dos años, como ha informado en un comunicado remitido a The Verge. Esto significa que los usuarios de estos chips tendrán cinco años en lugar de los tres iniciales.
«Intel se compromete a garantizar que todos los clientes que tengan o estén experimentando actualmente síntomas de inestabilidad reciban soporte en el proceso de cambio», ha transmitido el portavoz de Intel Thomas Hannaford, quien ha asegurado que en los próximos días compartirán más detalles sobre esta prórroga.