Twitter ha presentado ante un tribunal del estado de Delaware una demanda contra el multimillonario Elon Musk para obligar al fundador y consejero delegado de Tesla a comprometerse con su oferta de compra de la empresa tras romper el acuerdo entre las partes. «Musk aparentemente cree que él, a diferencia de cualquier otra parte sujeta a la ley de contratos de Delaware, es libre de cambiar de opinión, destrozar a la empresa, interrumpir sus operaciones, destruir el valor de los accionistas», ha dicho la compañía, tal y como ha recogido la cadena NBC News. Las acciones de Twitter cayeron este lunes más del 7 por ciento después de que Musk confirmase su intención de rescindir el contrato de compra de la red social. La compañía ha acusado este martes al multimillonario de hacer que el precio de sus acciones se desplome. Así las cosas, se prevé una larga batalla judicial para determinar si Twitter puede obligar a Musk a cerrar el trato y convertirse en su propietario, o al menos lograr que pague los 1.000 millones de dólares (987 millones de euros) establecidos como tarifa de ruptura en el acuerdo original, tal y como ha informado la cadena CNN.
Hay que recordar que Musk y Twitter acordaron esta cifra de penalización a pagar si las partes se retiraban del acuerdo, aunque si Twitter pretende forzar la compra en los términos acordados, la situación se podría complicar para el magnate. El pasado viernes, Musk trasladó a Twitter que renunciaba al contrato de compra de la red social después de no recibir respuesta por parte de la compañía al pedir información sobre el número de cuentas falsas que se encuentran en la plataforma, así como la manera de la empresa de auditar y suspender las mismas. Musk llevaba semanas cuestionando públicamente las cifras de 'bots' de Twitter, lo que muchos analistas vieron como un intento de hacer caer el precio de las acciones del gigante tecnológico.
Las acciones de Twitter se desplomaron más de un seis por ciento en las operaciones posteriores al anuncio, según recogió la cadena CNN. A mediados de mayo, el magnate decidió suspender temporalmente la compra de Twitter, pactada a finales del pasado mes de abril por unos 44.000 millones de dólares (42.156 millones de euros), a la espera de detalles que respaldaran el cálculo de la compañía de que las cuentas falsas/spam representan menos del cinco por ciento de los usuarios. Posteriormente, mediante una carta remitida a principios de junio por los abogados de Musk a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos, el equipo legal del multimillonario consideraba la posición de Twitter un «incumplimiento sustancial» de sus obligaciones en virtud del acuerdo de fusión, por lo que advertían de que Elon Musk «se reserva todos los derechos resultantes, incluido su derecho a no consumar la transacción y su derecho a rescindir el acuerdo de fusión».