Son Bunyola: gastronomía de lujo al alcance de todos

Sa Tafona y Sa Terrasa, apuestas por una experiencia cercana

Sa Tafona, restaurante de Son Bunyola

La directora de los restaurantes Marta Pellicer y la chef Brenda Lisiotti | Foto: Mariángeles Izquierdo

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Además del sol y la playa, el verano también invita en sus atardeceres a experimentar la diversidad de opciones que nos brinda la Isla, como disfrutar de experiencias combinadas que distintos enclaves nos ofrecen, aprovechando el buen tiempo estival.

Uno de estos lugares está en la Serra, en el privilegiado enclave en el que se ubica Son Bunyola Hotel&Villas, en Banyalbufar,    que acoge dos experiencias gastronómicas, Sa Tafona y Sa Terrasa, para disfrutar de una propuesta asequible y exquisita, en la que los platos y el entorno conforman un momento único que perdura.

La chef Brenda Lisiotti y la directora de los restaurantes Marta Pellicer son las ‘arquitectas’ de estas personales propuestas gourmet    «abiertas a todo el que quiera probarlas, ideadas para todo el mundo», dice Pellicer.    Sa Terrassa cuenta con una nueva carta de almuerzo con el producto de cercanía como base, añadiendo propuestas de cocina internacional.

Sa Tafona propone un viaje por la gastronomía mediterránea, viajando por distintas épocas y territorios «para mostrar unas propuestas ricas y variadas, que juegan con la combinación de gustos y colores para encajar también en el paisaje», señala Lisiotti.

Este enclave gastronómico, que permanece abierto hasta octubre, propone un menú degustación, en el que el vino también juega un papel importante, un elemento del que María se encarga de sugerir teniendo en cuenta los platos seleccionados por los comensales.    Junto a ella Perla y Mónica, se encargan del servicio de la terraza desplegando el menú elegido y prestando atención a todos los detalles.

Un menú que hace unos días ofrecía tartaleta de queso mahonés y flores de calabacín; gamba roja de Sóller con sopa fría de zanahoria y algarroba; caballa ahumada al carbón; crema de maíz y torreznos o tartaleta de fresitas del bosque, entre otros. Opciones que conforman una carta variada y constantemente cambiante que «se fundamenta en los productos de temporada    y lo que hay en el día, me baso en lo que en los productos que tengo en el momento para confeccionarlo», explica Lissioti.

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