Nati Expósito acompaña a su marido en la lucha contra el cáncer: «Estaré a su lado hasta dónde sea necesario»

Ganó muchos concursos de belleza, fue modelo, novia de Jesulín de Ubrique, y actriz a las órdenes de John Malkovich

Nati Expósito y Jurgen Lakhal de Muynck

Nati Expósito y Jurgen Lakhal de Muynck

| Palma |

Nati Expósito está casada con Jurgen Lakhal de Muynck, un belga que conoció en Madrid hace 30 años, y con el que se casó dos años después.

Eran tiempos en que ella vivía en la capital de España, estudiando arte dramático y, con anterioridad, tras haber sido la novia de Jesulín de Ubrique, asidua a los programas de la tele, como entrevistada, incluso prestándose a montajes, todo por la pasta. «Si te lo ofrecían era porque les interesaba, por lo que era un absurdo decir que no», confiesa hace unos días.

A poco de casarse fue cortando poco a poco con las idas y venidas a la televisión. Hace ocho años, le detectaron un cáncer a su marido y lo ha ido dejando prácticamente todo, por estar a su lado día y noche, en Mallorca o donde sea. «Es un cáncer de colon, que le ha obligado a pasar por quirófano varias veces, hasta el punto que de que de dicha parte del intestino le quedan apenas unos pocos centímetros. El cáncer ha hecho metástasis, esparciéndose por todo el cuerpo, excepto el corazón, riñones y huesos, aparte de que se le ha reproducido otro al lado del abdomen. Sin embargo, sigue luchando. Estaré a su lado hasta dónde sea necesario», explica Nati.

Su infancia

Remontándonos a su niñez, en Granada, su madre, que tuvo cuatro hijos, era mujer maltratada por su padre. «Más de una vez la acompañé a Comisaria, a denunciarle… En una ocasión recuerdo que, con la cara hinchada por la paliza recibida, el policía le aconsejó que no denunciara, que fuera a casa y que arreglara las cosas con su marido, y… Pues que un buen día, harta de malos tratos, aprovechando que no estaba en casa, nos cogió a los cinco hermanos y nos vinimos a Mallorca, a Palma, quedando nosotros ingresados en la Misericordia, a dónde nos venía a visitar cada vez que podía o su trabajo se lo permitiera.

-¿Cómo era tu vida en la Misericordia?
-Te lo puedes imaginar, pues ahí estuve cinco años, lo cual se tradujo en una infancia muy dura. Los niños, en una parte, nosotras, las niñas, en otras, y la gente mayor, en otra. Como cantaba bien, me metieron en el coro, y canté en todos los funerales de los viejos y monjas que se morían… Por cierto, debo decir que las monjas vivían como reinas, nada que ver con el resto que vivíamos en aquel caserón. Y lo digo, porque yo, junto con otras niñas, limpiábamos sus aposentos en los que no faltaba de nada, sobre todo en comodidades.

-¿Y el trato hacia vosotras, niñas y niños, cómo era?
-Duro. Un día, jugando, por darle un beso en la cara a otro niño, lo cual fue visto por el cura y la monja, recibí, por parte de ellos, una paliza y nos prohibieron que volviéramos a hablar. Esas imágenes jamás las olvidaré.

-¿Salisteis alguna vez de allí…?
-Sí, alguna vez. Menos de las que hubiéramos querido, ya que nuestra madre, como trabajaba todo el día no tenía tiempo para vernos. Pero a nada que podía nos visitaba y nos sacaban de entre aquellas cuatro paredes, lo cual era un alivio, pues nos sentíamos libres.

Jesulín la tele, las entrevistas…

Pasaron los años y un día no encontramos con Nati. Morenaza, la larga melena, muy simpática, cuerpo espectacular, acaparadora de títulos de belleza, entre otros, Maja de Baleares, que organizaba Ultima Hora. Y, además, modelo de pasarela y de posados… «Con el dinero que saqué por esos trabajos -recuerda- pagué mis estudios de Educación Física».

-Pese a tu simpatía, dabas la sensación de ser chica frívola…
-¿Frívola, yo…? Para nada. Desde muy jovencita tuve que trabajar mucho y duro, y en según qué trabajos que hacía, puede que diera la imagen de frívola, pero no, era una chica seria, que además, como digo, estudiaba Educación Física, pagándolo, como ya he dicho, con lo que ganaba de modelo, y no paré hasta conseguir el título, el cual me permitió entrar a trabajar en el hotel Son Vida.

-Y de pronto apareció Jesulín de Ubrique y todo cambió.
-Buen, sí. Reportajes, prensas, televisión… Pero al final le mandé de paseo, le dejé…

-Pero ello te valió el salto a la tele…
-Sí, claro, el haber estado con él hizo que la gente quisiera conocerme, por eso me llamaban a programas, ‘¡que se yo! Esta noche cruzamos el Mississippi, y más tarde Crónicas marcianas… Puede que también ahí diera imagen de frívola, pero no. Yo iba porque me llamaban y porque me pagaban.

-¿Ganaste mucho?
-Para aquella época, mucho dinero, tanto que me permitió vivir durante diez años en Madrid, tiempo que aproveché para estudiar arte dramático. Con él no llegué muy lejos, pues solo hice papeles pequeños, pero, o era eso, o no había nada que hacer. Y yo los aceptada porque pensaba que si otros, que empezaron igual que yo y llegaron lejos, ¿por qué yo no podía hacer lo mismo…?

-Repasando tu currículo, veo que has trabajado, ni más ni menos que con John Malkovich.
-Sí, fue en la película Pasos de baile, dirigida por él y protagonizada por Javier Bardem y Natalia Dicenta. Mi papel es el de una amiga de esta, que acuda a una fiesta organizada por ella, y que al entrar en su casa le digo «Hola, ¿qué tal?», es decir, es un papel con tan solo una frase, pero para mí, artista que estaba dando sus primeros pasos, y más entre actores de gran talla y con un director como Malkovich, fue algo muy grande, y encima, además de lo bien que nos trató a todos, va y come con todos nosotros, algo que otros no hubieran hecho.

-¿Cómo te ficharon para esa peli?
-Pues presentándome al casting que hizo el propio John Malkovich. Él me vio y me eligió, lo cual para mi significó mucho.

-¿Hubo otros papeles?
-Si participe en una serie, con Antonio Resines, titulada «Rober Investigador», en la que aparecí en ocho capítulos. Luego me brindaron más oportunidades, papeles cortos, hasta que…

-¿Hasta que qué…?
-Pues que conocía Jurgen, un joven belga, que hablaba varios idiomas, muy guapo, muy buena persona, del que me enamoré… Y él de mí. Fue una historia de amor que perdura a día de hoy, y mucho más viendo que no está bien, por lo cual he renunciado prácticamente a todo por estar a su lado, en los periodos que está peor, en la clínica, a su lado, en los tiempos de bonanza, con la autocaravana a recorrer quilómetros por España. Incluso por el extranjero. Porque si está bien y tiene ganas, yo estoy a su lado para complacerle. Incluso estando en Palma, muchas veces le he acompañado en las caminatas que se da, por ejemplo, al castillo de Bellver, excursiones que últimamente hacemos en coche, pues él no puede, ha perdido mucha fuerza. Pero como le apetece estar en contacto con la naturaleza, yo le acompaño, cosa que él haría por mí en el caso de que la enferma hubiera sido yo.

-¿Dónde os conocisteis?
-En Palma, en la plaza de toros, en el concierto Corazón partío, de Alejandro Sanz. El que se hospedaba en el hotel Son Vida, me invitó a asistir y… Pues ya ves, gracias a eso, conocí a Jurgen

-¿Tengo entendido que a poco de conoceros, siendo él ya traductor, y viendo que quería ser traductor jurado, traductor en los juicios, decidiste ayudarle?
-Sí, y lo hice con lo que ganaba en la tele, pagándole los estudios en la Universidad de Comillas. La carrera costó mucho dinero, pero siempre lo di por bien gastado, ya que él alcanzó su sueño, ser traductor en los juicios, aparte de crear un empresa de traductores, en lo que estuvo hasta que el cáncer le obligó a abandonar prácticamente todo.

-Al margen del cáncer de tu marido, otro de los golpes que recibiste en tu vida fue el de la muerte de tu madre…
-Sí, murió de cáncer. Fue terrible… Estuve con ella a su lado hasta que murió. Ella no solo nos había dado la vida, sino que luchó por todos nosotros hasta que no vio trabajando. Aparte, fue una gran mujer, maltratada por el hombre con el que se casó, pero que en ningún momento dejó de estar a nuestro lado.

-Escribiste un libro sobre su vida, ¿no?
-Sí, Muchos ángeles y pocos demonios. Libro que voy a reeditar con un único fin: donar los beneficios que obtenga por su venta a la Asociación Española contra el Cáncer.

-Bonito gesto…
-Es que tanto Jurgen como yo estamos muy agradecidos a ella, sobre todo por la gran labor que está llevando a cabo.

2 comentarios

Dolores Dolores | Hace 11 días

Mucha fuerza.

user Li La | Hace 11 días

🙏​❤️​

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