El féretro del papa Francisco, llevado en procesión a hombros por los 'sediarios' pontificios y escoltado por la Guardia Suiza, ha llegado a la basílica de San Pedro, donde será colocado el Altar de la Confesión para que los fieles puedan darle el último adiós.
La ceremonia del traslado del féretro del papa Francisco, que falleció este lunes a los 88 años, de la capilla de Santa Marta, ha comenzado a las 9.00 horas (7.00 GMT ) desde la que fue su residencia, a la basílica de San Pedro. La procesión ha recorrido la plaza de Santa Marta y la plaza de los Protomartires Romanos y atraversó el Arco de las Campanas hasta salir a la plaza de San Pedro y entró en la Basílica Vaticana por la puerta central. El féretro estaba precedido por los cardenales presentes en Roma mientras que la cerraban las personas que más cerca estuvieron del pontífice, sus secretarios y sus asistentes
Cientos de fieles esperan desde primeras horas de este miércoles en una larga fila para despedirse del papa Francisco, cuyo féretro quedará expuesto a partir de las 11.00 horas (9.00 GMT), cuando termine la ceremonia del traslado a la basílica de San Pedro del Vaticano.
El ataúd con el cuerpo de Francisco se encontraba en la capilla de la Casa Santa Marta, la que fue su residencia.
Mientras cientos de medios llegados de todo el mundo han captado este momento desde el 'Braccio di Carlomagno', la terraza sobre la columnata. Tras la Liturgia de la Palabra, comenzará la visita de los fieles. Estos podrán acudir a la basílica para darle un último adiós durante tres intensas jornadas en los que el templo estará abierto hasta la medianoche.
«He seguido siempre al papa desde el día de su elección. Estaba esperándolo aquí, cuando salió. Para mí fue una de las emociones más bellas de mi vida», dijo a EFE Alessandra, una mujer italiana en la cola para entrar.
«Tal vez los que antes no lo entendieron, con el tiempo comprenderán cuán importante será su ausencia para todos nosotros porque su presencia fue verdaderamente una gracia para todos nosotros, el amor que nos dio, la enseñanza, la esperanza, la ternura y esto debemos devolvérselo como testimonio de toda su gran obra que este pontificado ha llevado adelante», añadió.
Una religiosa italiana, Virginia, aseguró mientras espera varias horas antes de que se pueda acceder a la basílica: «Para mí es una persona que ha entrado en mi corazón. Este papa verdaderamente hizo historia, una persona que rompió muchos esquemas, una persona que abrió su corazón a mucha gente, contó la pobreza y tomó conciencia de muchos problemas».
Sergio Heredia, argentino, con la bandera de su país bien a la vista, recuerda que se encontraba en Suiza para ir a visitar a su hijo el día que su compatriota Jorge Bergoglio se convirtió en papa y ahora también se encontraba visitando a su hijo cuando falleció: «Quería rendirle un homenaje de alguna manera».
«Consideramos que Francisco fue un hombre que cambió la Iglesia. Yo no soy quien para decir que hizo bien, que hizo mal, pero sabemos que la cambió. Sobre todo por su humildad y su sencillez, el estar cerca de los más humildes y siempre con tratar de mirar al otro, el perdón, todas esas cosas que muchas veces faltan en este mundo», añadió.
Los funerales serán el sábado 26 de abril a las 10.00 horas (8.00 GMT) en la plaza de San Pedro, en una ceremonia en la que se esperan a jefes de Estado de todo el mundo, mientras que mañana, miércoles, el féretro será trasladado a la basílica vaticana para recibir el homenaje de los fieles.