En 1523, un miembro arcediano de la Orden de Rodas recaló con una reliquia de San Sebastián, concretamente uno de sus brazos, en una Palma asediada por la peste negra. Como si de un milagro se tratase, el brote empezó a remitir, lo que la ciudadanía interpretó como fruto de la intercesión del santo. Por tres veces, el custodio de la reliquia trató de continuar su viaje, y por tres veces un temporal en la Bahía de Palma se lo impidió, hasta que se rindió a la evidencia de que el brazo del santo había elegido Ciutat como lugar de reposo, y desde entonces permanece en la Seu. Algo más de un siglo después, en 1634, la capital balear consagro a San Sebastián como su patrón.
Cinco siglos más tarde, a principios del siglo XXI, varias cofradías muy activas y entusiastas llevan años esforzándose en revitalizar y reforzar el carácter popular de las fiestas de Sant Sebastià. Tras impulsar numerosas iniciativas en este sentido, siempre apoyadas en la historia, la leyenda y la tradición, en 2025 han lanzado una de sus propuestas más ambiciosas. El 'Dia de la Pesta', que se celebrará este 2025 por primera vez, tendrá lugar cada año el sábado previo a la 'Revetla' de Sant Sebastià, siempre y cuando haya más de tres días de diferencia entre ambas fechas. Su función principal será dilatar las fiestas patronales, de manera que no queden circunscritas a la noche del 19 de enero. «No puede ser que Palma, que es ya la octava ciudad de España, no tenga una semana de fiestas patronales», argumenta Lluís Mas, miembro de la Obreria de Sant Sebastià.
Así, el 'Dia de la Pesta' está llamado a abrir cada año la temporada festiva con la participación de los ciudadanos anónimos y los miembros de las diferentes cofradías que hay en Palma, a quienes se anima a lucir el pañuelo de fiestas durante toda la semana que viene. «Se trata de que haya ambiente festivo durante todos estos días: que no nos limitemos a torrar y ver un concierto de forma pasiva, sino que participemos activamente en las fiestas de nuestra ciudad y las hagamos cada vez más populares», defiende Mas.
Así, este sábado la ciudadanía está convocada a acudir vestida de negro a las cinco de la tarde en Cort para recibir a la peste, que hará aparición a las cinco y media. A continuación, un pasacalles escenificará la propagación de la epidemia hasta llegar a la plaza Llorenç Bisbal, donde arrancará la Fiesta de la Peste, con la entrega de las reliquias y, a partir de las seis y media, música a cargo de dos djs.
«Este nuevo ritual servirá como complemento al 'Encontre de Confraries' que celebramos desde hace unos años el día 19», señala Mas, quien confía en la participación masiva de la ciudadanía este sábado.