Ayer en la Associació Ornitològica de Palma fue un día especial. No solo porque se encuentran inmersos en la organización del 54º Consurso anual que terminará el 7 de diciembre sino porque recibieron una visita única. «Todo ha ido rodado y ha sido muy bonito», resume Frederic Bibiloni, coordinador de actividades de ocio de Pinyol Vermell, la escuela de educación especial de la Fundación ASPACE en Balears. Este año un grupo de sus alumnos crearon el cartel del torneo y este viernes era el gran día en el que por primera vez miembros de esta entidad visitaban la sede para conocer como se gestó la creación del cartel del 54º Concurs Ornitològic de Palma.
Cuatro usuarios del programa TAVA (Transición A la Vida Adulta) de entre 18 y 21 años disfrutaron de curiosear entre las jaulas y además no estuvieron solos ya que, como cada año, una clase de la Escola Graduada también participó de la visita junto a Sebastià Pujol, director de Medi Ambient y Benestar Animal del Ajuntament de Palma.
«La Asociación contactó con nosotros porque querían que colaboráramos con ellos para diseñar esta imagen. Algunos alumnos colorearon, dibujaron, pegaron y dieron forma a algunos pájaros con nosotros y con ellos hicieron una composición superguapa en el cartel final, explicó Bibiloni».
Competición
En cuanto al concurso ornitológico, Pep Trias, presidente de la Asociación desde hace ocho años, es el encargado de desvelar los pormenores del torneo de la competición. «Los jueces puntúan en base a un estandard de cada raza y disciplina. Este año la competición se dividirá entre las modalidades: color, fauna, híbridos, exóticos citácicos (agapornis), periquitos, postura y canto timbrado español. De hecho, en Mallorca tenemos al campeón del mundo de canto timbrado. Aquí hay muy buenos criadores», explica el presidente de la Asociación.
Le comentamos a Trias que en el mundo de la cría se ven pocas mujeres. «Es verdad. Estamos trabajando en esto», contesta Trias. «Cuando ves un interés hay que abrir las puertas y dar todas las posibilidades para que la gente se enganche. De la misma manera con las generaciones jóvenes. El problema es quejarte de falta recambio y no dar facilidades. Si alguien viene no hay ningún problema en regalarle una colla de canarios para incentivarles y que se ilusionen. Luego ya irán haciendo». Quien sabe si gracias al encuentro de este viernes alguno de los asistentes habrá descubierto una nueva pasión.