Miles de personas presenciaron este sábado en las calles de Palma la cabalgata del Carro Triunfal de la Beata, presidido por Lidia Fernández, que resultó todo un éxito de organización y en la que participaron unas mil personas.
Para esta edición, en la que se conmemoraba el 450 aniversario de la muerte de Santa Catalina Tomás, el Consell de Mallorca tiró la casa por la ventana en cuanto a recuperación de esta fiesta y la tradición unida a ella, que contó también con la colaboración del Ajuntament de Palma. Y vaya si lo logró, ya que los comentarios del público eran muy favorables, sobre todo por las novedades aportadas y la ausencia de colles de dimonis.
Por la mañana se sucedieron varios actos, como la visita de la Beateta a la iglesia de Sant Jaume, donde se había instalado un altar con la imagen de la santa, y también los ciudadanos pudieron ver en la fachada de Cort un novedoso cuadro de la Beata Catalina Tomàs.
Cabalgata
Desde el edificio de la Misericòrdia se inició la cabalgata siguiendo por La Rambla, Riera, Unió, Plaça del Mercat, Unió, Jaume III, Bonaire, Bisbe Campins, Vía Roma, Jardí Botànic e iglesia de Santa Magdalena.
El desfile resultó muy brillante ya que participaron 35 agrupaciones, 5 carrozas (Valldemossa, Santa Margalida, Sencelles y Son Espanyolet; diez colles de xeremiers, carros y carretons, gigantes de Santa Margalida y Ajuntament de Palma, además de cuatro bandas de música.
En el Teatre Principal se recuperó el palco, que estuvo flanqueado por los maceros del Consell (este año se sumaron cuatro más a este grupo) y los gigantes Jaume II y Esclaramunda.
Entre las numerosas autoridades asistentes estuvieron la presidenta del Govern balear, Margalida Prohens; el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, el alcalde de Palma, Jaime Martínez; el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, y los alcaldes de Valldemosa, Campos, Costitx, Alaró y Santa Margalida.
La llegada del Carro Triunfal, tirado por cuatro caballos bretones de la Hípica Clape de Barcelona, despertó mucha expectación. Allí el presidente Galmés entregó a Lidia Fernández, una placa y una caja de bombones, mientras el Cor de Nins del Principal entonaban Sor Tomaseta y los Ministrils, recuperados este año, que acompañaban el carro, tocaron La Balanguera. Dos temas musicales que fueron aplaudidos por el numeroso público que allí se congregaba. Continuó el carro, este año con la novedad de ser acompañado detrás por las autoridades asistentes hasta Santa Magdalena. Éste siguió hasta la iglesia de Sant Nicolau donde fue obsequiada con el típico cucurucho. Luego continuó hasta el monasterio donde fue entonado de nuevo la típica tonada Sor Tomaseta.