Moncho Quintana… ¿Se acuerdan de él? Los que disfrutaron de la noche ochentera y posteriores –90, 2000, al principio– puede que sí que lo recuerden pues estuvo en aquella movida, ya como relaciones públicas, como director de discotecas o como empresario. Pues hoy, Moncho, desligado de la noche, al frente de su empresa, ANCAR Studio, que lleva con su hijo Carlos está plenamente vinculado a lo que tenga que ver con el marketing digital, diseño gráfico, desarrollo de webs, etc., porque, o te unes a él, o estás perdido. Y ligado también a aportar ideas en beneficio de la sociedad en que vivimos, ideas, algunas que recuerden el pasado con el fin de mejorar el presente o dónde estamos.
Movido por esta idea, Moncho está dando pasos por los lugares convenientes con el fin de crear un evento, a celebrar dentro de la semana de Sant Sebastià. «Un evento, o mesa de diálogo, en la que se sentarán periodistas y empresarios, dejando en torno a ella una o dos sillas vacías para ser ocupadas por personas que puedan aportar sus experiencias vividas en aquellos años prodigiosos. «Porque –insiste Moncho–, echando la vista atrás recordaremos tiempos no muy lejanos en que la Isla tuvo su momento histórico que la llevó a cualquier punto del mundo gracias a las personalidades que se dieron cita en ella, así como los eventos que se realizaron en esos años, algunos de los cuales siguen teniendo vigencia hoy. Por eso, ¿por qué no recordarlos? Igual, a través de ellos, surgen nuevas ideas que beneficien a la Isla y a quiénes vivimos en ella».
¿Con quién se cuenta?
¿Estamos hablando de los años en que la Familia Real se trasladó durante los veranos y Semana Santa a Marivent…?, preguntamos. «Pues sí –responde Moncho–. A esos tiempos, en los que el nombre de Mallorca fue puesto en el mapamundi gracias a la estancia de los Reyes en Mallorca, a los egregios personajes que estos invitaron, lo que trajo legión de periodistas de medio mundo para contar sus estancias en la Isla y a otros personajes, empresarios poderosos, famosos y conocidos, que se instalaron durante los veranos en Mallorca por aquello de que la sombra del Rey era muy alargada. Pienso que todo eso no lo hemos de olvidar, y que las nuevas generaciones, sobre todo las de las redes sociales, deben de conocer, entre otras cosas por las noticias que tendrían generadas por estos personajes, en el caso de haberlas vivido hoy».
Bien, y para revivir todo esto, ¿con quién se cuenta?, le preguntamos a Moncho.
«Pues, como digo, estoy dando pasos para ir concertándolo todo. Pero, de momento, he hablado con dos periodistas que han pasado más de treinta veranos de sus vidas en Mallorca, siguiendo las vacaciones reales, y todo cuanto giró a su alrededor, para dar cuenta a través de sus medios lo que sucedía en la Isla, entre otras cosas, las idas venidas de Lady Di y su marido, el príncipe Carlos, las estancias de los Grandes Duques de Luxemburgo, la de los reyes de Jordania, la de los emperadores del Japón, la de Farah Diba –con casa en Mallorca– y sus hijos, la de la exemperatriz Soraya, la de la expresidenta argentina María Estela Martínez de Perón, la de los empresarios Pérdomo y Khashoggi, la llegada de Michael Douglas y Diandra a s’ Estaca, las vacaciones de Maricarmen Martínez Bordiú, con sus hijos, y su pareja, Jean Marie Rossi, el anticuario francés, con los suyos, las vacaciones de Joan Manel Serrat, Concha Velasco y su familia; los invitados de Cristina Macaya; las visitas del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, la de la reina Isabel de Inglaterra y el duque de Windsor, que llegaron a bordo del Britania; las largas estancias en la isla de los duques de Badajoz, primero en la zona de Sol de Mallorca, y posteriormente en Portopí; las del barón Thyssen y su esposa, Carmen Cervera –con casa cerca de Gomila–, la estancia durante más de dos meses de Julio Iglesias en un chalé de Illetes, que convirtió en su cuartel general de la gira que hizo por España en los años 80, y que inició en el Auditórium de Palma; las del rey Harald de Noruega, como participante de la Copa del Rey de Vela; Rosario Nadal y su por entonces marido, Kyril de Bulgaria, con casa de vacaciones en Porreres, tras haberse casado en Palma, en la capilla de la Almudaina, lo cual fue un gran acontecimiento social, pues al enlace asistió la Familia Real y el príncipe Mohamed, de Marruecos, entre otros; como también lo fue la boda de Simoneta Gómez Acebo, con Sastrón. Y como también los fueron –y lo siguen siendo, aunque menos– las Copas del Rey de Vela en su primera etapa, dado el número de personajes que se dieron cita a bordo de los barcos que participaron… Y así podría estar una hora enumerando más personajes, que por haber elegido Mallorca como lugar de vacaciones, o como residencia de verano, algunos, incluso, adquiriendo casa –los Obregón, Agatha Ruiz de la Prada, los duques de Würtemberg, Claudia Schiffler, entre otros–, hizo que todo el mundo quisiera venir de vacaciones a la Isla, o fijar su residencia en ella. Y en casi todo eso, queramos o no, tuvo que ver el rey Juan Carlos I»
De Mallorca a Sanxenxo
«Que en la actualidad ha vuelto al primer plano, y no por cuestiones de Estado ni por logros deportivo, sino, más bien por historias de entre piernas…», apuntamos.
Moncho asiente. «Bueno, ¿y qué? Una cosa nada tiene que ver con la otra, ¿no? Una cosa es lo que hizo este hombre por Mallorca, que no fue otra, repito, que colocarla en el mapamundi de la promoción, y otra lo que se ha destapado ahora…. Pero es que te diré más. Si mientras con el actual Rey hemos sido pocas veces noticia, entre otras cosas porque poco ha traído a Marivent que sea noticiable a nivel mundial, Sanxenxo, localidad gallega a la que apenas la conocía nadie, desde que Juan Carlos va por allí, es un nombre que resuena allende nuestras fronteras, cada vez más».
Dicho lo cual, en lo que tiene mucha razón Moncho, es en lo de la promoción que hizo el rey Juan Carlos de Mallorca, lo que supuso esta para la Isla y los personajes que desfilaron por ella, «y sobre todo para los periodistas y sus medios, gracias a los cuales se sabía lo que hacían los famosos por estos pagos, lo cual ha quedado ahí, para siempre».
En eso le damos la razón a Moncho, entre otras cosas porque servidor siempre ha recordado lo importante que fueron para Mallorca las estancias de los Reyes en Marivent. ¿Qué fue un mujeriego? Vale. Que pague por ello. Pero una cosa es la promoción que hizo de la Isla y otra lo que tuvo con Bárbara Rey…
Decíamos que dicho lo cual, le preguntamos a Moncho qué personajes se sentarán en la mesa y… «Pues de momento tengo tres, los dos periodistas mencionados, Juan Luis Galiacho y Bernardo Paz, seguidores de los veranos reales en Marivent durante tres décadas –uno de ellos, Galiacho, autor del reportaje publicado en Época, en el que ponía nombre y apellido a otra mujer por la que el Rey sorbía los vientos, Marta Gayá–, la empresaria Pilar Carbonell, que entiende mucho de cuestiones de promoción. Otro periodista con el que estoy hablando, también seguidor de los veranos reales, y una o dos personas más que serán las que ocuparán la silla, o sillas, desocupadas. Entre todos hablaremos de aquellos años, de lo que supuso para Mallorca y de cuánto hubiera costado la promoción que se hizo de la Isla si se hubiera tenido que pagar a precio de tarifa publicitaria. Que a esto también hay que tenerlo en cuenta», concluye Moncho.