La elegancia es la única belleza que nunca desaparece». Esta frase atribuida a la actriz Audrey Hepburn podría ir grabada en letras de oro en el casco de Doña Francisca, un sofisticado velero que descansa estos días en el puerto de Palma. Construido en Montevideo hace ahora 10 años, espera pacientemente un comprador dispuesto a disfrutar de él.
Jochen Brill, broker de la agencia Northrop & Johnson actuó el pasado lunes como maestro de ceremonias a la hora de presentar a este buque de más de 52 metros de eslora. «Lo más interesante de este barco es que fue el barco construido en fibra de carbono más grande en su momento. Estamos hablando de la tecnología punta en innovación náutica. Es un barco neoclásico construido con material de primera clase y última tecnología, ligero y rápido. Su diseñador, el argentino Javier Soto Acebal le quiso dar por requerimiento de su armador un toque sofisticado y práctico».
Brill añadió que «los otros elementos importantes de este velero como son mástiles, crucetas, botavaras de carbono. El resto del material se trajo expresamente desde Holanda, que es el lugar donde se encuentran los mejores astilleros del mundo hoy en día perfectos para diseñar barcos como este».
El Doña Francisca guarda una pequeña gran historia en su concepción y es que, según explica Jochen Brill «el propietario de este barco quería demostrar que su país, Uruguay, podía estar a la vanguardia en el sector del diseño náutico y poder competir de tú a tú con cualquier otro lugar del mundo por lo que construyó el barco más largo de fibra de carbono del momento».
Se trata de un velero ancho, moderno «y no un barco imitación a los clásicos que suelen ser angostos», como apunta Brill, que puede acoger fácilmente a ocho personas distribuidas en cuatro camarotes. Además, cuenta con una tripulación compuesta por siete personas. Hay que anotar también», prosigue Brill «que el camarote del armador tiene anexo un despacho con una cama extra.
Como curiosidad, el propietario de este buque, el más grande de los superyates expuestos en la feria náutica Palma International Boat Show del pasado mes de abril y mayo, se encuentra construyendo el buque eléctrico de transporte de pasajeros y vehículos más grande del mundo.
Después de abandonar Mallorca, la Copa América de Vela en Barcelona será el siguiente paso del periplo del velero Doña Francisca antes de volver al puerto de Valencia, lugar donde está amarrado, siempre elegantemente, a la espera de encontrar un nuevo dueño.