La terminal de salidas del aeropuerto de Son Sant Joan era este miércoles a las 15:30 de la tarde un gran salón de juegos en el que los 29 niños saharauis que han participado este verano en la 37º Vacances en Pau correteaban y jugaban alegremente en un caos en el que padres y organizadores de este proyecto solidario observaban con falsa impotencia cómplice. A pesar de que el vuelo a Madrid sufrió un retraso de varias horas, la comitiva consiguió llegar a la capital de España, desde donde debía volar al aeropuerto de Tinduf.
La Associació d’Amics del Poble Sahrauí de les Illes Balears organiza desde hace casi 40 años un proyecto solidario gracias al cual un grupo de niños puede no solo disfrutar de las comodidades de Mallorca bajo la tutela de una familia de acogida, sino someterse a pruebas médicas para prevenir algún tipo de enfermedad grave.
Despedida
Su presidenta desde hace 13 años, Catalina Rosselló, afirmó a este periódico que «la valoración de este año es muy buena». «Han sido dos meses intensos, sin problemas graves, en los que se han cumplido todos los objetivos. Estos chicos han pasado las revisiones médicas con éxito, han dejado atrás las altas temperaturas del Sáhara y aquí han pasado un verano disfrutando de piscina y mar. Solo hemos detectado alguna caries y oftalmológicos», dice.
«Quiero agradecer a los dentistas, oculistas y todos los profesionales que han colaborado con nosotros de forma altruista para hacerlo posible», explicó Rosselló antes de añadir que «los chicos han conocido otro idioma, pero sobre todo otra familia que los han acogido como uno más. Los primeros días hay problemas de añoranza pero todo se soluciona. Se juntan alegría y pena porque hay que saben que nunca volverán aquí… al menos de vacaciones».
Miquela Adrover tiene 48 años, es de Felanitx y trabaja de cocinera. Ayer acudió al aeropuerto con su hija Carme de 10 años para despedir a Asma, una niña de la misma edad con quien ha compartido el verano. Es la primera vez que acoge.
«No ha sido muy fácil, pero al final ha ido bien; tanto ella como nosotros nos hemos tenido que acostumbrar el uno al otro. Le he dado mucha libertad. Es el tercer año que Asma viene a Mallorca y ha aprendido mallorquín perfectamente. Lo que más le ha gustado ha sido la playa y la piscina», cuenta Adrover.
Uno de los padres de acogida que ha formado parte este año de Vacançes en Pau ha sido Pere Rotger, expresidente del Parlament y del Partido Popular de Mallorca.