El pintor de aliens. Este es Robert Llimós (Barcelona, 1943), un artista plástico cuya vida profesional y personal sufrió un giro de 360º cuando, según él, fue abducido por un grupo de extraterrestres en una playa de la ciudad brasileña de Fortaleza en el año 2009. Desde entonces se ha dedicado a mostrarlos «con todos los medios que he podido». Estos pasan por el dibujo, la escultura gigante, el gravado, entre otros. Llimós nos atiende desde el Port de Sóller, lugar por antonomasia del fenómeno Ovni en Mallorca a raíz de los avistamientos y las peregrinaciones masivas que provocaron allí en los años 80. El artista catalán ha expuesto en el Museo Reina Sofía, creó una obra para las olimpiadas de Atlanta 96 y en la Isla pintó durante dos años un mural gigante en el Palau March de Cala Rajada hace exactamente 50 años. Su historia protagoniza el documental Art i Ovnis (2016), que se puede encontrar en Filmin.
¿Qué recuerda del día en el que le abdujeron los alienígenas hace ya 15 años?
Una tarde caminaba por las dunas de una playa de Fortaleza. Había ido a Brasil a una boda de un amigo y antes había viajado un poco por la zona. De repente, me di cuenta que estaba en un platillo volante. Abrí una ventana y dentro aparecieron estos seres envueltos en una nube de niebla. Tenían la piel escamosa, el cuello largo y medirían un poco más de 1,90 metros aproximadamente. Eran dos, una pareja, que es la que más he reproducido estos años en mis obras. Los recuerdo como unos personajes superelegantes con una dignidad impresionante. No hablamos, nos comunicamos unicamente mediante lenguaje telepático. Estuve en la nave casi dos horas y media y después me vi tirado en un suelo rojo que ardía.
¿Cómo era la nave?
Recuerdo que tenía forma oval y era muy grande. Mediría más de 50 m², tenía la entrada en la planta baja y contaba con muchas ventanas por todo el exterior del perímetro. Tenía un observatorio en la parte inferior del platillo que sobresalía de la cápsula principal y la entrada se encontraba en la primera planta de la nave.
¿Por qué cree que los extraterrestres le contactaron?
Esta gente sabía quién era la persona a la que iban a abducir. El lugar donde pasó todo no es un lugar que tenga fama de que sucedan cosas así. Ellos me venían siguiendo desde hacía muchos años cuando acompañaba a mi padre a pintar (su padre fue el artista Camil Llimós), conocían mi trayectoria y querían que dejara constancia de su existencia y los diera a conocer entre los de nuestra especie para contar su mensaje.
¿Creia en vida extraterrestres antes de vivir esta experiencia?
No, la verdad es que no.
¿Qué le ha aportado a nivel artístico el contacto con estos seres?
Llegar a una nueva creatividad y darle un nuevo sentido a mi arte. Poderlo contar ya es toda una experiencia.
¿Ha encontrado alguna explicación a este fenómeno?
—La Antropolgía Espacial. Al igual que yo vi a estos personajes, en el universo hay muchos tipos de seres de diferentes razas. Es muy amplio. Hay que son rojos, otros son amarillos, verdes… También tienen tamaños diferentes, los que yo vi eran altos pero los hay que son más bajos que una persona normal.
¿Los seres con los que usted tuvo contacto tienen buenas o malas intenciones?
Los que yo conocí eran buenos. Nunca hicieron nada contra mí y siempre me trataron bien, pero se ve que hay que son malos y algunos quieren invadirnos. Existen muchas especies de alienígenas diferentes.
¿En este sentido, los poderes políticos conocen una verdad que ocultan a los ciudadanos?
Los poderes políticos lo saben. Los Estados Unidos son conscientes. Se ha visto cuando, rápidamente, han promovido a Kamala Harris sin que sepamos por qué. Ahora las cosas están cambiando y se están abriendo las puertas en este sentido.
¿Ha vuelto a tener contacto con estas criaturas?
No, solo los he visto una vez, pero la verdad es que un día me gustaría que vinieran.