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Verano de ilusión y aprendizaje

Una treintena de niños de los campos de refugiados saharauis de Tindouf llegan a Mallorca para disfrutar de las vacaciones

Además de escapar de las altísimas temperaturas del desierto, los niños pasan una revisión médica integral y aprenden de otra cultura | Pere Bergas

| Palma |

Con la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática por delante, avanzaban en grupo, cogidos de la mano, con caras de cansancio pero cargados de ilusión. Con motivo de Vacances en Pau, un programa de acogida impulsado por la Associació Amics del Poble Saharauí de Balears, un grupo de niños y niñas procedentes de los campos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia, aterrizaron ayer en el Aeroport de Son Sant Joan para disfrutar del estío en la Isla.

«El objetivo de este programa es sacarlos de las altas temperaturas; en Tindouf el termómetro llega a marcar los 50 grados. Además, pasan por una buena revisión médica; aprenden otro idioma y una cultura diferente, otra forma de vivir», expresa la presidenta de la asociación, Catalina Rosselló. Este año pasarán el verano en el archipiélago un total de 29 niños, de emtre ocho y doce años; 23 llegaron ayer a Mallorca, cuatro fueron a Eivissa, uno a Menorca y el último, a Formentera. Este año hay 16 familias repetidoras, como la de Marta Colomar que, con una sonrisa de oreja a oreja, recogió al pequeño Ayoub, que pasa el verano en la Isla por segundo año con secutivo. «Teníamos muchas ganas; tengo un hijo de su edad, es como su hermanito del Sáhara. Esperamos disfrutar de estos dos meses y que para él sea inolvidable», afirmó Marta. El cansancio de las 15 horas de viaje -los niños viajan de Tindouf a Argelia, después a Madrid, y llegan a Palma-, desapa reció del rostro de Ayoub cuando vio a su familia de acogida.

Desde que Vacances de Pau se retomó en 2021, tras el parón de la pandemia, la cifra de acogidos ha ido menguando. En sus mejores años, hace ya más de una década, el programa llegó a traer a más de 200 niños. En 2019 vinieron 95; en 2022 fueron 43 y el año pasado 29. «Ha pasado en todas las comunidades autónomas que participan sucede lo mismo. La sociedad ha cambiado mucho», expresa Rosselló. En estos días, los niños pasarán una revisión médica integral, y el 13 de julio tendrán una fiesta de bienvenida en el patio de la Rectoria de Binissalem.

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