Carlos Baturín, uno de los dos contrayentes de la primera boda entre homosexuales que se celebró en España, en 2005, falleció recientemente tras una larga enfermedad cuidado por su marido, Emilio Menéndez, que le ha acompañado hasta el final. Emilio Menéndez ha confirmado que Carlos Baturín falleció el pasado 28 de abril en su domicilio como consecuencia de una enfermedad por la que los médicos le habían dado un año de vida, pero logró vivir dos, en los que su marido le ha cuidado a diario. Dos meses antes del fallecimiento los médicos le facilitaron cuidados paliativos en su casa, donde Carlos quería estar.
«Murió en mis brazos, nos despedimos... Estoy triste pero tranquilo y satisfecho», ha dicho Emilio, emocionado, tras relatar que todo este proceso lo han querido vivir en la intimidad y sin separarse. Su fallecimiento ha tenido lugar cuando han transcurrido casi 19 años de la aprobación de la ley que hizo posible que se casaran, que en 2025 cumplirá su vigésimo aniversario, y a falta de unas semanas para que se celebre la ya tradicional conmemoración del Orgullo.
Carlos Baturín y Emilio Menéndez se casaron el 11 de julio de 2005 en el Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), en una ceremonia civil emotiva y reivindicativa que quisieron en la intimidad. Así acudieron una veintena de invitados -entre ellos el dirigente socialista Pedro Zerolo- y finalmente una treintena de periodistas que dieron cuenta de la primera boda LGTBI en España. Fue ocho días después de la entrada en vigor, en el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), de la ley que modificaba el Código Civil y permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo, y como consecuencia de esto otros derechos como la adopción conjunta o la pensión. La boda la ofició el concejal de IU de Tres Cantos José Luis Martínez Cestau, quien afirmó que el enlace ponía fin a «una serie de injusticias» y era «ejemplo de igualdad entre todos los ciudadanos».
Nada más contraer matrimonio, los cónyuges, que habían vivido en Massachusetts, el único estado estadounidense que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, recibieron una lluvia de arroz en el día «más feliz» de su vida. Emilio Menéndez (español) y Carlos Baturín (psiquiatra estadounidense) se habían conocido 30 años antes en una cafetería de Madrid y eran pareja desde entonces. Tras el enlace Carlos dijo que ese día eran «un poco más familia» y que ellos ya eran mayores para adoptar niños, pero que si les hubiera pillados más jóvenes posiblemente lo habrían hecho. Emilio dio las gracias al Gobierno, al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y a todos los políticos que apoyaron.