Muchos son los niños que se presentan, y pocos los elegidos. No siempre sucede, pero cantar desde el corazón tiene recompensa. El pasado sábado, la mallorquina Alira Moyà, de nueve años y natural de Inca, cautivó al jurado en las Audiciones a ciegas de La Voz Kids, de Antena 3, con su poderosa interpretación de la emblemática balada rock Don't Stop Believin', de la banda estadounidense Journey, y lanzada en 1981. Con su energía y buena técnica vocal, Alira logró que varios jueces volteasen su silla: primero lo hizo Bisbal; a continuación se giró Lola Índigo y, por último, lo hizo Melendi.
Lágrimas de emoción corrían por el rostro de Alira al acabar de cantar. Rápidamente fue abrazada por Lola Índigo. «Nos hemos dado los tres la vuelta, lo has hecho súper bien. ¡Qué potencia! ¿Cómo cabe tanto poderío en un cuerpo tan chiquitito? Tienes mucha personalidad, tanto en la voz como en el escenario», le decía Lola Índigo, a lo que David Bisbal añadió: «Nos hemos quedado alucinados, te lo digo en serio. Has cantado como los niños mayores, me ha impresionado la velocidad de tu giro». «Al principio te he visto algo nerviosa, pero las notas más altas con vibrato las has clavado. Me da la impresión de que, con un poco de confianza, vas a crecer muchísimo y lo vas a pasar genial», apuntó Melendi.
Ante tanto halago, Alira no lo tuvo nada fácil a la hora de escoger con qué coach realizar su camino en el reality show. Después de confesar que su técnica la ha adquirido «solita, cantando en mi habitación», algo que confirmó su familia, muy emocionada al ver que su pequeña estaba dentro del programa, «se pasa el día cantando de acá para allá». La mallorquina no tenía ni idea de con quién irse. Después de pedirle a Lola Índigo de cantar juntas una de sus canciones, Alira sorprendió a todo el mundo cuando decidió marcharse con el equipo de David Bisbal.