Paula Verdera siempre ha tenido claro que quería ser actriz. Cuando cumplió 18 años abandonó Mallorca y, con la excusa de estudiar periodismo, se trasladó a Madrid. «Quería hacer interpretación, pero mis padres querían que estudiase algo ‘serio', así que me matriculé en Periodismo en la Complutense». Cuando estaba en el segundo curso decidió compaginar sus estudios universitarios con clases de interpretación: «Me puse a trabajar en una start-up por las mañanas para pagar la escuela y terminé la carrera básicamente a distancia».
Desde su llegada a la capital han pasado ocho años y actualmente comparte piso con tres amigas, trabaja 30 horas a la semana en una tienda de sudaderas en la calle Fuencarral y hace campañas puntuales como modelo, una situación que quiso compartir en su Instagram. «El ego del artista muchas veces no nos deja mostrar la verdad. Me levanté por la mañana de bajón y vomité eso, no esperaba la repercusión que ha tenido», reconoce. Y es que en el texto la mallorquina hablaba de sus dificultades para llegar a final de mes y criticaba la precariedad que se ha encontrado en el mundo laboral, sobre todo en el campo de la publicidad: «Muchas marcas se aprovechan de la situación y te pagan 300 o 400 euros por una campaña de fotos...».
Pero lo que peor lleva Verdera es no poder dedicarse a su pasión: «Estoy trabajando de cosas que no me motivan, hay días en los que me levanto y me como el mundo, pero hay otros que se te junta todo y son complicados. Son más días malos que buenos...». Y es que reconoce que a veces incluso tiene que pedir ayuda a sus padres: «Soy afortunada de tenerlos. Pero me crea ansiedad que con 26 años tenga que pedirles adelantos de dinero».
A pesar de todo, sigue luchando por su sueño y en estos años ha trabajado como doble de Megan Montaner en Entre Tierras de Atresmedia, hizo un pequeño papel en la película Libélulas de Luc Knowles, rodó un capítulo piloto para una serie de la productora de El Chiringuito de Jugones y ha actuado en un corto de una joven directora llamada June. Además, gracias a su faceta periodística ha creado un pódcast llamado Tuaq con la también actriz Nazaret Serrano, donde comparten anécdotas de los oyentes. Paula tiene claro que su futuro está vinculado a la interpretación y admite, feliz, que gracias a su publicación le han contactado para hacer un cásting. Un texto que también le ha ayudado a ver la realidad de otras personas: «Me he dado cuenta de que hay muchísima gente como yo y me han agradecido haber sido tan honesta».