Interpreta a Sofía, la hija de Rosa Peral, en la serie de Netflix El cuerpo en llamas, que se estrenó el pasado viernes. Guiomar Caiado (Manacor 2014) triunfa junto a Úrsula Corberó, Quim Gutiérrez, José Manuel Poga, Isak Ferriz, Eva Llorach y Pep Tosar. Una serie basada en hechos reales, el llamado ‘Crimen de la Guardia Urbana', que estremeció a la opinión pública en 2017, cuando Guiomar tenía tan solo tres años de edad y aún no se dedicaba al mundo de la interpretación, pero ya destacaba en el mundo de la publicidad.
La pequeña Guiomar comenzó a seguir los pasos de su madre, la docente y actriz mallorquina Marian Vilalta, cuando cumplió los seis años. «Pero con tres años ya hice algunos spots y shootings para marcas de moda», comenta Guiomar, quien se muestra cómoda en esto de las entrevistas. «No es la primera entrevista, ya me han hecho más».
Recién llegada de Madrid, donde se ha presentado y promocionado la serie junto a los demás actores de reparto, Guiomar está siempre acompañada de su madre o su padre y sabe que no tiene que descuidar sus estudios, pese al gran momento que esta viviendo de estrenos y entrevistas. «Saco casi todo sobresaliente y las asignaturas que más me gustan son las matemáticas y la plástica». Entre otras muchas habilidades, la pequeña destaca por sus conocimientos musicales, que desde niña le ha inculcado su padre, quien reside en Portugal. «Toco el piano y la guitarra y ya he compuesto alguna canción junto a mi profesora, la cantautora mallorquina Victoria Lerma».
Pese a su corta edad, 8 años –el 13 de noviembre cumplirá 9–, Guiomar Caiado tiene un amplio curriculum en el mundo de la publicidad, con spots y sesiones fotográficas para campañas de marcas de moda. En cortometrajes ha participado en Judith, 7 agulles per la bimbolla, Mi vida al principio, Blava Terra y L'Illa, además de la serie TV Mopies para IB3 y TV3. «Quiero ser actriz como mi madre», asegura Guiomar, quien admira a Úrsula Corberó, «me gustaría ser una estrella del cine como ella». Cuando se le pregunta por lo que más le gusta y lo que más le cuesta en un rodaje, no se lo piensa mucho. «Me gusta todo. Los guiones me los aprendo rápido, no tengo problemas, y lo que más me cuesta es llorar, pero tengo mis trucos».
Además de mostrar gran talento, tanto sobre el escenario como frente a la cámara, a Guiomar le encanta formarse en el mundo de la interpretación. «Voy a cursos de teatro que imparte la actriz mallorquina Mar Fiol y miro muchas películas y series. Mi serie favorita es Stranger Things».
La fotografía y la pintura son otras aficiones que durante este verano han despertado su curiosidad. «Le he hecho fotos a mi abuela Lucía, pero tiene un teléfono móvil donde las fotos salen un poco borrosas. En la pintura me inspiro en un canal de Youtube, donde miro a una chica que pinta muy bien». Guiomar es trilingüe, habla perfectamente, además del castellano, el portugués y el catalán, y algo de inglés. Este verano ha dedicado tiempo a «ir a la playa, aunque me da un poco de miedo el agua porque hay medusas. He hecho pádel surf, también hago escalada y natación». Y, añade, «este verano he hecho pulseras y las he vendido casi todas en un puesto frente a la casa de mi abuela. Las que me quedan las venderé el próximo verano». Pese a que algunos compañeros del colegio ya saben que Guiomar se ha convertido en un rostro conocido, ella desprende inocencia y naturalidad. «En mi clase saben que soy actriz».
Sobre sus próximos proyectos profesionales, tiene dos cortometrajes, Mosh Pit, de Rafa Arroyo, director nominado en la última edición de los Goya, y Boliche, de la cineasta ibicenca Helher Escribano. Por el momento, el único sueño de Guiomar es «tener un perrito».