El puerto de Palma recibió este lunes la primera visita del crucero destinado a viajes de ultralujo y exploración Seabourn Pursuit. Diseñado a imagen de un megayate, solo acoge a bordo a un máximo de 264 clientes hospedados en suites con terraza. Su espíritu difiere notablemente de los cruceros de masas, ya que a bordo reina una atmósfera de serenidad, que combina con el acervo cultural que rodea cada escala. Así, un equipo de 26 profesionales, entre científicos, historiadores y naturalistas, imparten una serie de conferencias sobre los lugares a visitar, destacando lo más interesante a nivel autóctono con mapas topográficos y audiovisuales.
Como segunda unidad de la clase PC6 Polar Class, este crucero cuenta a bordo con dos minisubmarinos para exploración del fondo oceánico, una flotilla de lanchas neumáticas compuesta por 24 unidades para el desembarco en sitios de difícil acceso y kayaks. Entre sus itinerarios destacan la Polinesia, los mares polares y la cuenca del Amazonas.
También se ha puesto especial énfasis en el aspecto gastronómico, cuyas recetas pueden saborearse por los clientes tanto en los selectos restaurantes interiores como en espacios al aire libre. Y dispone de una amplia carta de cócteles que se pueden disfrutar amenizados con música en vivo. El Seabourn Pursuit ha sido construido en Italia a cargo de los astilleros de San Giorgio y concluido en Génova por T. Mariotti. Con 23.000 toneladas de registro, este buque mide 170 metros de eslora y navega a una velocidad de 19 nudos.