El Golden Odyssey, un megayate de excepción en la flota dorada perteneciente a la familia real saudí, fondea por vez primera en la bahía de Palma, frente a Can Pastilla. Construido en 2015 por la célebre firma del yachting alemana de superlujo Lürssen y decorado por Alberto Pinto, toda una leyenda en la decoración náutica contemporánea, es por sus dimensiones comparable a un pequeño crucero turístico. Como dato curioso, su nombre coincide con el que fue uno de los buques más vanguardistas de este tipo en los años 70 y que tenía el mismo volumen y tonelaje. Así, el Golden Odyssey mide 124 metros de eslora por 20 de manga y sus instalaciones a bordo, aunque se mantienen en gran medida en secreto, resultan a la vista notables.
A popa de la embarcación destaca un gran portalón abatible que comunica con un garaje para acoger la embarcaciones menores y que, al quedar abierto, conforma una plataforma con un gran beach club. Instalación que se piensa, complementa en su interior con un completo equipamiento de spa y centro de wellness.
Nivel a bordo
Con capacidad para 32 invitados y 50 tripulantes, lo que da una idea del nivel de servicio a bordo, dispone de cinco cubiertas comunicadas por ascensores, en armoniosa proporción piramidal. Su propulsión es híbrida del tipo diésel eléctrica y alcanza una velocidad de 21 nudos, otro aspecto que le sitúa por encima de la mayoría de megayates y le equipara a los estándares de propulsión de un buque de cruceros.
El Golden Odyssey sigue la estela del lujo y las dimensiones espectaculares de los megayates árabes que, durante décadas han surcado el Mediterráneo. Así, hace años visitó el Club de Mar de Palma el más representativo de todos ellos, al ser el buque insignia de la flota de megayates de la familia Real saudí, el Prince Abdulaziz, de 147 metros de eslora, que 39 años después de su entrega conserva un estilizado diseño de vanguardia. Una flota de fábula que compite con la de otros países de la Península Arábiga, como Omán, Emiratos Árabes, Qatar y Bahréin, con megayates como el Al Mirqab, el Yas o el Lady Moura, asiduos años atrás en aguas de Mallorca.