Jurgen Lakhal de Muynck, enfermo de cáncer de colon, pasó sin problemas, diríamos que con nota, la revisión trimestral que le hace el doctor Morales. Porque él, cada tres meses, haga frío o calor, ha de visitar a su oncólogo para que le vea. A veces los resultados de la visita no son buenos, por lo que tiene que entrar en quirófano para ser operado, cosa que ha sucedido en siete ocasiones, lo cual se ha traducido en quedarse prácticamente sin intestino y con cerca de trescientos puntos repartidos en línea recta entre tórax y abdomen, «pues en cada corte que me han hecho, para cerrarlo –dice– me han puesto entre cuarenta y cincuenta grapas».
Sin embargo, y pese a ello –lo cual no es poco– Jurgen mantiene el buen humor, alta la moral y con el optimismo a tope, «y más, como ahora, en que he superado la prueba, otra más, y… ¡Pues que hasta la próxima! Y si me siento optimista es porque, o me tomo la vida así, como me está viniendo, o sino ¿qué hago? Así como hay personas a las que no les gusta hablar de esta enfermedad, yo no tengo ningún inconveniente. Y encima lo cuento en las redes, a través de mi muro, Cáncer, Cannabis & Co, y veo que la gente me sigue, lo cual me satisface, y más si con lo que cuento de mí, y con lo que hago, si alguien que está pasando por lo que yo se beneficia… Pues, sinceramente, me alegro».
Otra forma de hacer turismo
Y entre otras cosas, cuenta que acaba de rebajar su marca de caminar/correr el kilómetro, de 9 minutos a 7,37, «que espero pronto rebajarlos a 7», que ha bajado de peso –de 96 kilos a 74–, o que acaba de regresar de un viaje en autocaravana, con su mujer, Nati Expósito, conduciendo ambos, habiendo recorrido unos dos mil kilómetros, «lo que nos ha permitido recorrer parte de Europa, pasarlo bien, y entender que el auto-caravanismo es una de las mejores formas de hacer turismo, sobre todo por lo independiente que te sientes, pues paras donde quieres, haces noche en campings apropiados que tienen todo cuanto necesitas… Por eso, tras haber hecho este recorrido y haberlo vivido en primer persona, me pregunto que por qué en Mallorca no se potencia este tipo de turismo. ¡Vendría media Europa en autocaravana! Además, si nos paramos en un pueblo dejamos dinero en él. Quiero decir que el autocaravanismo supone una fuente de ingresos para los lugares por los que pasamos… Pero, bueno, esa es otra historia, que entiendes mejor si la vives, como hemos hecho nosotros… Por ello, no estaría de más que las autoridades turísticas de las Islas tomaran nota».
Volviendo a su enfermedad, Jurgen sigue utilizando, sobre todo para evitar los dolores, el aceite de cannabis, «que yo mismo me fabrico. Es más –dice–, siembro en unos recipientes las plantas de cannabis. En realidad son unas diez variedades a fin de que el bien que me proporciona el aceite que se obtiene de ellas tenga más efecto. Aceite que también elaboro yo a raíz del Cannabinoides que sueltan los cogollos de las plantas, que una vez que se evapora deja el aceite puro, que embotello en pequeños frascos, tomándome diariamente 60 gotas, a razón de cuatro tomas, es decir, cada seis horas. Y esto también lo cuento en las redes y… Bueno, pues más de uno me ha pedido ese aceite de cannabis».
Los ingredientes
Durante la cena que hemos tenido con él se ha mostrado feliz y contento. «Dentro de tres meses ya veremos lo que pasa, mientras tanto, ¡a vivir! Y como la experiencia con la autocaravana ha sido muy positiva, mi mujer, que al principio era un tanto reacia a la autocaravana, ahora, una vez que ha visto lo bien que nos ha ido, me anima a volver y… ¿Quién sabe? Igual nos compramos una y nos pasamos recorriendo España y Europa hasta que el cuerpo diga basta».
Tres dioses en la Tierra
Jurgen insiste en que hoy por hoy se encuentra bien, y que todo se lo debe a los tres dioses que tiene en la Tierra, «mi mujer, por lo pendiente que está de mí siempre, el doctor Morales, a quien le debo la vida, y el cannabis medicinal». (Por si alguien estuviera interesado, Jurgen nos pasa los datos de todo lo que se necesita para fabricar el aceite de cannabis. A saber: Alcohol puro, aceite de oliva virgen, tubo de extracción, báscula de precisión para poder calibrar la pureza del aceite, calienta biberones para evaporar el alcohol, termómetro digital, y cannabis medicinal de cinco cepas distintas. Y por supuesto, alguien que sepa cómo elaborarlo, sino tendrá que consultar en Internet, como ha hecho él).