El domingo por la mañana nos reunimos con vecinos del barrio de Son Forteza, de Palma. Con ellos estaban Manuel de la Plana Salas y Jorge Isern Mascaró, presidente y secretario, respectivamente, de la Asociación de Vecinos que se acaba de formar, «pues la que había hasta ahora –señaló el primero– hacía apenas nada». ¿Motivo del encuentro…? Mejor dicho, ¿motivos? Pues son varias las quejas que dichos vecinos tienen respecto a cómo está el barrio sin que el Ajuntament haya respondido.
«En primer lugar –señaló el presidente– la saturación de coches que se produce a diario en la calle Sant Vicenç Ferrer, porque desde que se soterraron las vías del tren, todo el tráfico procedente del Polígono, Son Oliva, Eusebi Estada, etc., pasa por esta calle, lo cual la tiene más que saturada, tanto que hay días que la cola llega hasta la carretera de Inca. Si al alcalde de Palma sus asesores le pasan cualquier aplicación de tráfico, Google Maps, por ejemplo, verá que mientras esta calle está saturada de coches, que la circulación de los mismos es imposible, otras de sus alrededores apenas tienen circulación. Por ello, pedimos dos cosas: que pongan en esta calle un ACIRE y que luego los técnicos, que suponemos que los hay en el Ajuntament, miren cómo distribuyen el tráfico de una forma equitativa, es decir, repartido a fin de que no todo pase por esta calle».
Manuel de la Plana anima al alcalde Hila a que haga lo que dice que hace en otros barrios, «que se venga un día por aquí, que se tome un café con nosotros, que nos escuche, y que se dé una vuelta y vea. Y se lo pedimos a él, primero, porque eso lo hace en otros barrios, y segundo, porque el regidor del distrito de Levante, Daniel Oliveira, que es vecino nuestro, jamás se ha pasado por aquí a ver o a preguntar, y luego informar a quien corresponda».
«Que hay mucho que informar –añade el secretario de la AAVV, Jorge Isern, que nos acompañaba en la visita que realizamos al barrio–. Por ejemplo, que en muchas calles, más que baches, hay socavones que se van haciendo más grandes cada día que pasa, lo cual es un peligro para la circulación rodada. Que vea también el estado de las aceras: por una parte, parte de ellas destruidas por las raíces de los árboles que plantaron, por otra, por las hierbas que crecen en ellas, señal de que los servicios de mantenimiento hace tiempo que no pasan por aquí. También, en muchos lugares con vado no hay las reglamentarias líneas amarillas en el suelo».
Demasiadas deficiencias
«Y en el caso de que el alcalde viniera a visitarnos en un día de lluvia –retoma la palabra Manuel de la Plana-, vería cómo se inundan las calles. Por una parte, porque faltan imbornales, por otra, porque muchos de los que hay están inservibles, rotos, hundidos… Y, pues que si viene, le propondremos también que de una vez por todas devuelva la identidad al barrio. Que no son dos barrios, Son Forteza Norte y Son Forteza Sur; que es Son Forteza, sin más. Por ello, las dos AAVV nos vamos a constituir en una, y así dejar de ser dos, como se piensa ahora que es. También, si viniera, le llevaríamos al puente que construyeron para que los vecinos pudieran evitar las vías del tren, puente que costó un dineral, y que, salvo para ver las bonitas puestas de sol que se ven desde él, no sirve para nada, pues doscientos metros antes de dicho puente las vías fueron soterradas».
Ver los problemas ‘in situ'
Preguntamos si Son Forteza cuenta con policía de barrio. «En teoría, sí, pero no le vemos –señala el presidente–. En cambio sí hemos notado de un tiempo a esta parte la cantidad de coches a los que por las noches les rompen el cristal de la ventanilla para llevarse todo lo que encuentran dentro. Y lo digo con conocimiento de causa, pues el sábado se la rompieron al mío». Por último, vuelve a pedir el ACIRE, que el alcalde a través de Google Maps vea lo saturada que está la calle Sant Vicenç Ferrer en cuanto a circulación de coches, «y que venga a visitarnos. Entre otras cosas, porque es su obligación, y porque los problemas han de verse y no esperar a que te los cuenten».
Ni que decir tiene que trasladan la invitación a la oposición, «aunque a partir de ahora van a venir más que en los últimos tres años, pues en cuatro meses hay elecciones. Y si vienen, que vengan con sus coches y que intenten aparcar por aquí… Porque, encima de lo saturados que estamos, coches de otras zonas vienen a aparcar aquí».