Es bueno plantar árboles en la ciudad, siempre y cuando dichos árboles no impidan ver el bosque de pintadas, el mal estado de las calzadas y aceras, parques con deficiencias, policía insuficiente, etc. Porque sí, es muy bonito y saludable tener árboles, a los que luego hay que regar, sin con ello olvidar otras deficiencias con las que nos tropezamos a diario, y que de no ser porque estamos en campaña electoral –que aunque no sea oficial ya estamos en ella–, dichas deficiencias seguirían meses y más meses hasta formar parte del mobiliario urbano. Valga como ejemplo de ello la plazoleta de Santo Domingo de la Calzada, el pavimento de la plaza de España, el de la calle principal del Molinar, el estado de los molinos del Jonquet, miles de pintadas, fuentes sin agua, esculturas y monumentos vandalizados, gente durmiendo en la calle, donde puede y como puede, que dicho sea de paso cada vez son más, y más que serán este invierno…
Salir para que no se lo cuenten
¿Cómo solucionar estos problemas? No es fácil, ya que son muchos, y bastantes de ellos están más que arraigados, y si encima las autoridades competentes apenas salen de sus despachos para palpar esa realidad… Pues no es posible solucionarlos. Sí, el alcalde Hila sale de vez en cuando y se hace fotos donde han arreglado unas aceras, o han plantado unos árboles, pero lo hace en zonas amigas, donde tiene el voto asegurado. Porque lo que es en otras no le han visto desde hace mucho tiempo. Y quien dice el alcalde dice su equipo de gobierno. Y es que hay que salir más, e ir a todas partes. El político debe de estar más tiempo en la calle que en su despacho. Salir y hablar con la gente, sea del color que fuere y… A ver, ¿por qué tanto gasto en una calle, como Nuredduna –se preguntan algunos– y ni un céntimo para la mía? ¿Por qué tantas ansias ahora en arreglar las cosas cuando han tenido cuatro años para hacerlo?
Aceras deterioradas
La semana pasada, como casi todas las semanas del año, nos dimos una vuelta, a pie, por Palma. Y lo hicimos por la mañana, tarde y noche. Y siempre a pie. Y no vimos a ningún político salvo a dos tomando café en una de las terrazas de la plaza de Santa Eulalia, a dos pasos de Cort. ¿Y qué vimos…? Por la mañana, en la acera de en frente de los juzgados de Vía Alemania, vimos que, aparte de que su estado general está en precario –basta pisar las baldosa para notar que muchas se mueven–, una pequeña parte de ella seguía deteriorada, vamos, que se había hundido, lo cual suponía un peligro para el viandante. Días después vimos que habían colocado a su alrededor unas vallas y una cinta advirtiendo que el peligro seguía estando ahí… Pero es que han pasado los días y la valla y la cinta siguen ahí, aunque ahora tumbadas sobre el bache. ¿Acaso es tan difícil y complicado subsanar ese problema y más en un lugar tan transitado…? Porque eso está ahí desde hace muchos días…
Cada vez más sintecho
¿Gente durmiendo en la calle? Cada vez son más. Los hemos visto en la Plaça Major, bajo los porches, en un portal de Rubén Darío, en la entrada de los aparcamientos que hay frente a lo que fue Teatro Balear… Que por las noches parece un hotel. Eso por poner tres ejemplos, que si quieren más, otro día podemos traerlos. ¿Solución? Otra que no sea echarlos de donde están, porque si lo hacen se irán a otra parte para regresar al punto de partida, sino encontrarles un lugar digno donde cobijarlos.
La Costa des Gas
¿Que las plantas hay que regarlas? Por supuesto que sí. Regarlas cuando toca, en vez de esperar a que lleguen los días de lluvia, como ocurre ahora, para hacerlo. El ejemplo más claro de cuanto decimos está en el parterre que hay frente al Palau de Congressos, de cuyo cuidado se encarga el Consell de Mallorca, pero que de no ser por lo que ha llovido en estos últimos días, las pobres plantas estarían más secas que la mojama. Por último para hoy, la llamada Costa del Gas, que discurre paralela al mar, frente a la Seu. Hace unos meses denunciamos lo deteriorada que estaba. Pues ahora lo está más. Basta ver el estado de algunos de sus bancos, aceras cuarteadas, desniveles. Y eso que es un lugar muy concurrido y una de las imágenes de Palma. Deplorable.