Durante unas horas, la Seu se trasladó a las gélidas tierras escandinavas. Ante más de 1.400 personas, los alumnos del Colegio Sueco de Mallorca celebraron la noche de este martes su tradicional concierto de Santa Lucía, mártir cristiana nacida en Siracusa a finales del siglo III, un recital que marca el inicio de los festejos navideños. Con la Catedral de Mallorca abarrotada, los 140 estudiantes del centro docente cantaron al fin con toda normalidad, ya que el año pasado, a raíz de la pandemia, lo hicieron con la mascarilla puesta.
«La figura de Santa Lucía es muy importante en Suecia. Estos meses son de mucho frío y oscuridad, Santa Lucía aporta luz en la oscuridad. Cada 13 de diciembre se organiza un concierto en las escuelas», afirma Christelle Giboury, profesora del centro, donde celebran este concierto desde hace más de 25 años. Primero lo hacían en la plaza de Cort y, desde 2017, cuando el colegio alcanzó medio siglo, realizan el recital en el interior del templo. A las 18.30 horas, bajo una ligera llovizna, ya había una larga cola de personas a las puertas del templo, abiertas a las 19.15 horas.
Finalmente, a las 20 horas arrancó el concierto. Con su séquito de damas de honor y chicos estrella, ataviada con su corona de velas, una túnica blanca y un fajín rojo ceñido a la cintura, desde el Portal Mayor apareció Santa Lucía, encarnada este año por la joven Myrna Marsh, que dio la bienvenida al público presente en la Seu. «Cuando me lo dijeron fue una sorpresa. Estaba nerviosa, en especial por el discurso en mallorquín. Ahora, gracias a los ensayos, estoy más segura y contenta», declaró la estudiante horas antes del recital.
Bajo la dirección de la profesora de música de la escuela, Diana Hernández, y siguiendo a la pianista de la Iglesia Sueca de Palma, Barbara Frostegren, interpretaron quince villancicos en cuatro idiomas, desde Sankta Lucia, Ljuset i Advent, Staffans Visa, Julen är här, Jingle bells rocks, hasta El tamborilero, Campana sobre campana o Fum, fum, fum.