Son las 9.30 de la mañana. Philip solo tiene 20 meses y le toca ir a la piscina. Pero no es una clase cualquiera, hoy se echará al agua, por primera vez sin su madre, solo bajo la atenta mirada de su instructor, que le dejará a su aire, con el espacio suficiente para que se desenvuelva como ya sabe hacer, como un pez en el agua. A pesar de su corta edad, cualquier espectador se queda con la boca abierta al verlo sumergirse en el agua, flotando, sacando la cabeza... simplemente disfrutando de un medio al que muchos padres tienen pánico. Los de este niño no deberían tenerlo en absoluto.
Este pequeño lleva varios meses trabajando a diario con Antonio García, coach y único experto en Mallorca en el método Children of the Water de autorescate acuático infantil. Este programa, que se desarrolla a escala mundial, lo puso en marcha su cofundadora, Zoe Van Straaten, después de que su bebé cayera a una piscina durante unas vacaciones y lo salvaran in extremis. Tras ese suceso, se empeñó en que los niños, por pequeños que fueran, supieran defenderse en el agua, y contribuir así a que millones de padres puedan respirar tranquilos cuando sus hijos están cerca del agua.
Resulta curioso, pero el instructor Antonio García es de Albacete, es decir, que el mar le quedaba muy lejos, y aún así siempre ha estado relacionado con el medio marino y los niños. Llegó a Mallorca hace 20 años, tras formarse como maestro en Educación Física y coach de familia. Su primer empleo en la Isla fue como socorrista y monitor. Pero Antonio es una mente inquieta, no le parecía suficiente la formación que se impartía habitualmente: «Siempre tenemos la misma imagen en la cabeza cuando se habla de clases de natación para los críos: un buen número de chavales en el agua y los padres, mientras tanto, mirando desde la cafetería. Eso no es pedagógico, no quita miedos ni enseña», apostilla el coach.
Así que decidió empezar a investigar por su cuenta las técnicas infantiles de supervivencia en el medio acuático y crear su propio método. El nacimiento de su hijo, hace ahora 10 años, le animó a hacerlo y a compartirlo en redes sociales. De esta forma le contactaron de Children of the Water para unirse a su proyecto y desarrollarlo en Mallorca.
El método que imparte este instructor de 45 años está adaptado a bebés recién nacidos y niños hasta los seis años. Comienza en la bañera de casa, para que el pequeño vaya cogiendo confianza; luego pasan a la piscina, con la presencia de los padres para que entiendan el aprendizaje. Ahí comienza el movimiento de brazos y piernas, el desplazamiento, que el agua no les asuste cuando les salpica... «en definitiva, que se sientan seguros, tanto menores como padres», finaliza García.