«Estar en Babia», esa tradicional expresión que utilizamos para referirnos a ese estado de ensimismamiento en el que no somos conscientes de nuestro alrededor, tiene origen en un municipio del norte de Castilla y León. Concretamente, en la provincia de León.
Una de las explicaciones más famosas al origen de esta expresión, se remonta a la Edad Media. Babia es un municipio del norte de León, que limita con Asturias, con manantiales y grandes zonas verdes. En esa época, cuando los reyes de León y los nobles de alto rango, que seguían a la corte, viajaban a la comarca leonesa de Babia, con el fin de desconectar de los asuntos cotidianos y relajarse. Cuando alguien preguntaba por el rey, se respondía: «El rey está en Babia», usando la expresión así como sinónimo de estar ausente, de vacaciones y sin disposición para abordar sus quehaceres.
Además, también se ha recogido otro posible origen del dicho, procedente del mundo de la ramadería. Y es que los pastores que se dedicaban a la transhumancia, cuando volvían a comarcas del sur, en ocasiones regresaban conmovidos por el paisaje del norte y rememoraban, distraídos, esas tierras. Cuando aquello pasaba, les alertaban: «Eh, que estás en Babia». Las primeras evidencias de esta expresión las encontramos en el diccionario bilingüe italiano-español de Lorenzo Franciosini o en el diccionario de español-francés de Francisco Sobrino de 1710.