Los niños son el futuro y ellos van a cambiar el mundo. Ésta es la premisa sobre la que Bárbara Martí, de Ecocirer, su marido, Martín Lucas, y Teresa Morell pensaron que tenían que realizar una serie de actividades para inculcar valores sanos, en este caso nutricionales, a las futuras generaciones. Los talleres se realizan desde hace casi tres años los sábados a las 10.30 horas en Ecocirer, situado en Sóller, «un hotel basado en el respeto por la naturaleza, los animales y las personas. Por lo tanto, participamos activamente en la conservación de nuestro medio ambiente», explica Martí.
En cada jornada hay tres grupos que se dividen por edad y experiencia: pinches, cocineros y chefs. «Trabajamos con recetas limpias, frescas y nutritivas. Son platos fáciles de elaborar y que se pueden introducir en la vida diaria de familias», añade Martí. La idea que están fomentando entre los niños de Sóller y de otras partes de la Isla que llegan a Ecocirer es la de una cocina casera, libre de azúcares refinados, colorantes artificiales… «Introducimos más verduras y una nutrición limpia. Con ello nos referimos a cocinar con ingredientes frescos y mantenerlos en su estado más natural durante el cocinado», explica la propietaria de la finca.
Como vivimos en una cultura muy visual y los niños aprenden mucho a través de la vista, en los talleres se da mucha importancia a los colores. De hecho, Bárbara Martí publicó un libro titulado Comiendo colores. «Comer el arcoíris nos aporta una nutrición variada, es más atractiva e incluso puede regular el estado de humor e influir en las emociones», explica. En los talleres se enseñan diversos trucos como introducir verdura, que no suele ser del agrado de los más pequeños, y camuflarla incluso en pasteles. Muchas recetas son veganas y vegetarianas con la idea de cambiar de forma urgente unos hábitos alimenticios preocupantes dado el aumento de la obesidad infantil. En los talleres se cocinan desde tortitas a cremas de verduras, sushi vegetal y hasta helados. Y el mejor momento se produce cuando regresan a sus casas felices con sus recetas.