Hace algo más de tres años que Gustavo Cipriani se hizo cargo del Ramblas Café, ubicado en el número 15 de esta calle, una de las más céntricas de Palma. «Nuestro fuerte siempre han sido los desayunos y los llonguets, y ahora con el take away también preparamos pizzas y bocadillos», explica. La plantilla la conforman su mujer y su hijo, además del joven Iván Estrada, que acaba su contrato en estos días. «No sé qué hacer con él, igual lo tengo que adoptar», bromea Gustavo, quien llegó de su Argentina natal hace más de 20 años. «Siempre hemos vivido en Valldemossa y trabajado en Sóller, hasta que tuve la oportunidad de llevar este local». «Durante el confinamiento ya abrimos y la acogida fue buena, eso sí, es el 20 por ciento de lo habitual. Trabajamos para intentar mantenernos.
La ventaja que tenemos es que el local cuenta con dos ventanales que ahora nos sirven para atender a la clientela». Gustavo también comenta que en su negocio es ahora cuando más clientela tiene. «Un día de invierno con sol es muy agradable. En cambio, agosto es el peor mes. Esta calle es muy céntrica, pero se encuentra fuera del circuito típico de los turistas y tampoco se promociona nada. De hecho, el 70 por ciento de nuestra clientela es local».
Gustavo tiene familia en Italia y ya en febrero vio la que se venía encima. «Nos llegaban noticias de ahí muy alarmantes y cerramos el negocio tres días antes de que fuera oficial porque veíamos que la cosa iba muy en serio».
Gustavo parece tener un ojo crítico para ver la realidad ya que se fue de su país un par de años antes del primer ‘corralito. «Por aquel entonces el país no estaba mal, pero hubo elecciones y se juntaron para gobernar cinco partidos. Vi que eso no podía ir bien y decidí irme. No sé porqué, pero Mallorca fue siempre mi primera opción». Gustavo sólo espera que el ritmo de contagios decrezca para volver a su ritmo habitual de trabajo. «De todas formas, no creo que esto dure sólo 15 días», presagia.
Calidad sin complicaciones
El Ramblas Café es uno de los esos locales que no saldrá en ninguna guía gastronómica, pero que tiene una oferta con un calidad más que notable. Destacan su café y sus llonguets calientes, dos de sus productos más solicitados entre una clientela que, obviamente, es más local que nunca.