Llegó el día del juicio por la custodia de los hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau. La vista tendría que haberse celebrado en marzo pero la pandemia por coronavirus obligó a aplazarla hasta este 19 de octubre.
Pese a la expectación generada, no se ha podido ver al cantante ni a la entrada ni a la salida. El conocido artista no se deja ver desde que borrara sus perfiles en las redes sociales por el revuelo provocado por algunas de sus afirmaciones sobre la COVID-19.
En el proceso se va a decidir la filiación de sus cuatro hijos, Tadeo, Diego, Ivo y Telmo, nacidos en Estados Unidos por gestación subrogada. Tadeo y Diego viven desde que Miguel Bosé y Nacho Palau se separaran hace dos años tras 26 de relación, en México con el cantante. Entonces, Ivo y Telmo se trasladaron a la localidad valenciana de Chelva con Nacho.
A su llegada al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Pozuelo de Alarcón, Palau, acompañado por su abogado, ha evitado hacer declaraciones ante la prensa.
Hace unos días sí las hizo a Vanity Fair: «Los niños se necesitan, todo es un despropósito», aseguró el escultor.
La relación que mantuvieron Nacho Palau y Miguel Bosé durante 26 años fue desconocida públicamente hasta que el escultor interpuso acciones legales contra el cantante a través de un comunicado en el que aseguraba que su intención no era otra que «defender los derechos e intereses» de sus cuatro hijos en común, fruto de dos gestaciones subrogadas.
Según la periodista Beatriz Cortázar, Palau pide acciones de filiación paterna con las que conseguir la custodia compartida. El escultor persigue que los cuatro niños sigan manteniendo su relación filial y que tanto él como Bosé sean reconocidos legalmente como padres de Diego, Tadeo, Ivo y Telmo.