Un total de 150 niños de niños en riesgo de exclusión social disfrutan desde ayer de una escuela de verano gracias a la Fundació Pere Tarrés en colaboración con el Àrea de Serveis Socials de l'Ajuntament de Palma, Fundació Sa Nostra, Fundació Barceló, Escola Verge de Lluc, la Fundació Sant Joan de Déu Serveis Socials Mallorca y Cáritas.
Los participantes están divididos en tres centros, Verge de Lluc, Son Gotleu y Can Tàpera, estos dos últimos cedidos por la Fundació Sa Nostra. Los cincuenta niños que iniciaron este martes las actividades en el centro socioeducativo Verge de Lluc llegaron alrededor de las 9 de la mañana y accedieron a las instalaciones tras serles tomada la temperatura y lavarse las manos con gel hidroalcohólico.
Los organizadores formaron cinco grupos de 10 alumnos cada uno con la intención de preservar la distancia de seguridad y que no haya contactos de un grupo con los otros.
En esta edición, el tema sobre el que giran las actividades es el cuidado del medio ambiente. Los cinco monitores adoptan las formas de elementos como agua, viento o fuego y se realizan juegos adaptados a la edad de los participantes, que van de los 5 a los 16 años.
Desde la organización indicaron que «el objetivo fundamental de estos campamentos de verano es mantener la equidad social y que no haya ni un niño que no pueda disfrutar de ellos». Además, los organizadores pretenden asegurar un verano de diversión, socialización y bienestar emocional donde los niños, a pesar del contexto diferente de este año, puedan disfrutar tanto como siempre de las actividades de ocio. Los 150 niños han sido becados de forma completa por las fundaciones Pere Tarrés, Sa Nostra y Barceló.
El horario de cada jornada es de 9 a 16 horas e incluye una comida a cargo de una empresa de catering.
El programa Cap infants sense colònies está impulsado por la Fundació Pere Tarrés, que abrió una delegación en Mallorca para impulsar la acción de los centros de esparcimiento de la Isla, que hasta el momento habían integrado el GDEM (Grups d'Esplai de Mallorca) y que pasaban a formar parte del Movimiento de Centros de Esplai Cristianos catalanes (MCECC). Actualmente, 15 centros de esparcimiento ya se han adherido al MCECC-Fundación Pere Tarrés y ha abierto dos centros socioeducativos propios. Desde esta delegación también se impulsan proyectos educativos y sociales en Balears.